"La situación es muy crítica" y ante un FEEF que "tarda en ponerse en marcha" la respuesta tiene que venir del BCE, que tiene la capacidad de "actuar para impedir el contagio", señaló el economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Pier Carlo Padoan.
Padoan, que también se mostró a favor de los eurobonos como complemento a una mayor disciplina fiscal en la zona del euro, justificó el recurso al BCE porque "es una cuestión de prioridad", más allá del debate sobre si está habilitado para intervenir masivamente en el mercado de las deudas soberanas.
"Lo primero es detener el contagio" y "eso es algo que el BCE puede hacer mañana" porque ya ha dicho que está dispuesto a intervenir comprando deudas para evitar la escalada de tipos, señaló entrando de lleno en el debate entre los países europeos sobre si la entidad emisora debe atenerse al mandato que le fijan los tratados o debe superarlo ante la urgencia.
A ese respecto, advirtió de que "hay un riego país, pero también un riesgo para toda la zona euro" e insistió en que no se puede esperar más.
Preguntado sobre qué tendrían que hacer los líderes europeos en la próxima cumbre del 9 de diciembre, el economista jefe de la OCDE indicó que deben poner en marcha todas las decisiones que adoptaron en el Consejo Europeo de finales de octubre, y que también hay que aumentar la partida de la que dispone el FEEF.
Aunque no quiso dar una cifra precisa sobre ese incremento de fondos del FEEF, señaló que debería ser "un múltiplo" de la cantidad con la que cuenta actualmente.
Padoan estimó que "los eurobonos pueden ser un instrumento muy útil" para afrontar la situación actual, que es en gran medida un problema de confianza, pero "tienen que complementarse con otras medidas" como un mecanismo de gobernanza económica y fiscal en la zona euro para establecer disciplina.
También pidió que se concrete el acuerdo para la quita de la mitad de la deuda griega y que se lleve a cabo la recapitalización del sector bancario, así como "una señal a los mercados" sobre las reformas estructurales y los cambios que se van a aplicar en la gobernanza.
Hasta ahora, puntualizó, el hecho es que "la confianza de los particulares y de las empresas se debilita" por "una respuesta política inadecuada" y por eso "prevemos una suave recesión en la zona euro" durante unos meses.
En la práctica, de acuerdo con el escenario central de la OCDE el crecimiento económico en el conjunto de los países de la moneda única quedaría en el 0.2 por ciento en 2012 y en el 1.4 por ciento en 2013, con caídas del producto interior bruto (PIB) el próximo ejercicio en Portugal (3.2 por ciento), Grecia (3 por ciento) e Italia (0.5 por ciento).
Pero advirtió de que si se produjera una suspensión de pagos en el marco de la crisis de deudas soberanas o un incidente de colapso con un banco, el escenario cambiaría a un descenso del PIB de más del 2 por ciento en la zona euro tanto el año próximo como el siguiente.