Moody's explica que la rebaja de la calificación refleja el "marcado incremento en el endeudamiento" de la petrolera y el deterioro de los indicadores financieros de 2011 junto a las crecientes necesidades de inversión para algunos proyectos.
Aunque la agencia reconoce que algunos de estos elementos no son recurrentes, Moody's cree que las necesidades de inversión para mejorar reservas y producción hacen que Repsol se enfrente a un "desafío especial" para recortar su deuda en los próximos 2 ó 3 años.
De cara al futuro, Moody's espera que Repsol se beneficie a corto plazo de la reanudación de la producción en Libia y de nuevos proyectos, como Margarita en Bolivia y Kinteroni en Perú.
Asimismo señala que la reciente expansión de la capacidad del grupo en España, también debe dar una impulso a los márgenes de refino de Repsol y ayudar a mitigar las presiones que pesan sobre otros negocios, la débil situación de la economía española y las presiones en Argentina por YPF.
La agencia también ha rebajado la calificación de las acciones preferentes de Repsol International Capital Limited a Ba1 desde Baa3.