Esa perspectiva se justifica igualmente por "ciertos riesgos a la baja" en la calidad de sus activos, y eso pese a los progresos conseguidos por las entidades con sus planes de adaptación a la crisis, explicó Moody's en un informe.
Los autores del estudio recordaron que los cuatro grandes bancos franceses (BNP Paribas, Crédit Agricole, Société Générale y BPCE (Banque Populaire Caisse d'Epargne) lograron incrementar en un 3 por ciento sus depósitos entre el 30 de septiembre de 2011 y finales de 2012, al tiempo que disminuyeron su cartera de préstamos en un 6 por ciento.
Eso se tradujo en un "significativo reforzamiento" de las reservas de liquidez.
La agencia de calificación precisó que el continuo debilitamiento económico va a deteriorar los resultados de la cartera de préstamos de las grandes entidades bancarias francesas.
Frente a eso, toma nota de que ha reducido "significativamente" su exposición a "los países periféricos de la zona euro", aunque Italia y España, en especial a través de sus filiales locales, suponen el 5 por ciento del total de sus activos, lo que sigue siendo un riesgo remanente.
En cualquier caso, Moody's espera que el sistema bancario francés en su conjunto incremente este ejercicio sus resultados respecto a 2012, cuando se vio afectado por cargas no recurrentes.