Tan solo en el último lustro, el valor total de los productos exportados por México se disparó 30 por ciento, frente a la contracción de 11 por ciento registrada en el resto de los países de América Latina.
De acuerdo con un artículo de El País, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte –actualmente en renegociación- ha desligado el rumbo económico de México del resto de Latinoamérica.
Además, le ha ofrecido un potente refugio frente a uno de los grandes males de la región -la excesiva dependencia de las materias primas- y ha permitido la sustitución efectiva del petróleo por un sector manufacturero que no ha dejado de crecer en las dos últimas décadas y que cerrará 2017 en niveles récord.
En contraste, América Latina registra un "un rezago de competitividad generalizado, con la única excepción de los productos primarios agropecuarios", de acuerdo con los técnicos del BID.
La mayor pérdida se registró en las manufacturas de origen industrial (-1.3 por ciento), justo el ámbito en el que México más destaca.
Po ello, resulta "especialmente evidente" al excluir a México de los cálculos: pues sin él, la competitividad exterior de Latinoamérica y el Caribe se desploma 6.3 por ciento, resalta la edición digital de El País.
“Con estos datos en la mano, no es de extrañar que esta zona del mundo, una de las más activas económicamente en la primera década del siglo XXI, haya perdido cuota sobre el total de exportaciones mundiales”.
Así, el 6.16 por ciento del comercio global registrado en 2010 pasó a 6.07 por ciento cinco años después. "Es evidente la dualidad entre México y el resto de la región", subraya el BID.
Pese a la pérdida de cuota global, las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe regresaron a terreno positivo en la primera mitad de 2017, tras 25 meses consecutivos a la baja.
"Salimos de cuatro años de contracción comercial", resaltó Paolo Giordano, coordinador del Monitor, durante la presentación del estudio.
"Los que impulsaron la primera etapa de la recuperación fueron los países dedicados a la energía y Brasil, por la demanda de hierro desde China", y México por las ventas a Estados Unidos, por mucho su principal socio comercial, señaló.
Sin embargo, el alza de 9.8 por ciento de los precios de los productos que vende la región ha sido clave en la mejoría, pero esa dependencia es ahora su principal amenaza.
"La fiesta (de las materias primas) terminó y vemos ahora que esos precios están bajando y los volúmenes de ventas se han planchado. El impulso por precios no tiene solidez y cuando cambian los términos se ponen en evidencia las fallas endémicas" de las principales economías de la región, advirtió Giordano.