El reporte sobre las Inversiones en el Mundo 2015 dado a conocer hoy en Ginebra, señala que las entradas de inversión extranjera directa (IED) en México en 2014 sumaron 23 mil millones de dólares.
Brasil fue el primer destino de la región con un ingreso de IED de 62 mil millones de dólares, pese a seguir registrando un ligero descenso de las entradas de inversiones por tercer año consecutivo (una baja de 2.0 por ciento), mencionó la UNCTAD.
Enfatizó que esta estabilidad oculta variaciones según el sector. Hubo un fuerte descenso en el sector primario (una disminución del 58 por ciento, a ocho mil 400 millones de dólares).
Esto se vio compensado por aumentos en la manufactura y los servicios, del 5 y el 18 por ciento, es decir a 22 mil millones y 33 mil millones de dólares, respectivamente.
Chile, citó la UNCTAD, recuperó su posición como segundo mayor destino de entradas de IED en la región.
Las inversiones aumentaron 38 por ciento, un poco más de 23 mil millones de dólares, impulsadas por los niveles excepcionalmente elevados de las ventas realizadas en el marco de fusiones y adquisiciones transfronterizas, que se triplicaron con creces y se cifraron en nueve mil millones de dólares.
Según el informe, en América Latina y el Caribe en su conjunto -a excepción de los centros financieros transnacionales del Caribe- los flujos de IED “disminuyeron un 14 por ciento, a 159 mil millones de dólares”.
La razón de ello, se debe a la disminución del 72 por ciento en las fusiones y adquisiciones transfronterizas en América Central y el Caribe y a la caída de los precios de los productos básicos, que redujo la inversión en las industrias extractivas de América del Sur.
El informe sostiene que la disminución de las inversiones en la industria extractiva afectó a las corrientes dirigidas a Argentina (reducción del 41 por ciento), Perú (disminución del 18 por ciento) y Venezuela (con una baja del 88 por ciento).
Las inversiones en Colombia se mantuvieron estables a pesar de la disminución en las industrias extractivas (reducción del 21 por ciento, a seis mil 400 millones de dólares) porque esta se vio contrarrestada por un aumento de las IED en las manufacturas, las finanzas, el transporte y las comunicaciones.
En Panamá, después del fuerte crecimiento registrado en 2013 (56 por ciento) las entradas de inversión se mantuvieron en torno a los cinco mil millones de dólares después de superado el periodo de auge de la inversión a gran escala por la ampliación del Canal de Panamá.
En Costa Rica las corrientes de inversión disminuyeron un 21 por ciento, a dos mil 100 millones de dólares, debido al cierre de la fábrica Intel y de las operaciones comerciales de Bank of America.
El informe de la UNCTAD concluye que “después de más de un decenio de fuerte crecimiento impulsado por América del Sur, las perspectivas de la IED en América Latina y el Caribe parecen sombrías”.