La agenda de Merkel comenzó poco después de su llegada al aeropuerto de Pekín, con la celebración de la segunda ronda de consultas intergubernamentales chino-alemanas, a la que asisten ministros de los dos países (siete de Alemania) y que está presidida por la canciller y el primer ministro Wen Jiabao.
Este tipo de consultas, que hasta hace poco solo estaban reservadas para los socios más cercanos a Berlín, se inició con China el pasado año.
Más tarde, la líder alemana se reunirá con el presidente chino, Hu Jintao, con el principal responsable de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), Wu Bangguo, con el vicepresidente y principal candidato a máximo líder de China a partir de octubre, Xi Jinping, y con el viceprimer ministro, Li Keqiang.
La apretada agenda de hoy concluirá con una cena con el director del Banco Popular de China (central), Zhou Xiaochuan, y con el ministro de Finanzas chino, Xie Xuren, para convencerlos de comprar directamente deuda pública de países europeos con problemas de financiación, como España o Italia.
Además, Merkel visitará mañana, viernes, junto al primer ministro Wen la Ciudad Prohibida y viajará con él en el tren de alta velocidad rumbo a la ciudad de Tianjin, al este de Pekín, para visitar una planta de Airbus en la que actualmente se ensamblan aparatos del modelo A320.
La delegación de Merkel -que incluye a 20 representantes de las principales firmas del país- tiene como principal objetivo garantizar a la parte china la estabilidad de la Eurozona y mostrar la determinación alemana por mantener una Europa unida, según fuentes de la delegación germana
Merkel abordará también la situación en Siria e instará a sus interlocutores chinos a que desbloqueen las negociaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Pekín y Moscú paralizaron resoluciones con sanciones contra el régimen sirio.
Esta es la sexta visita que Merkel hace a China desde que asumió el cargo en 2005.
Antes de su visita, la canciller recibió una carta firmada por periodistas alemanes que trabajan en China y que se quejaban de hostigamiento por parte de las autoridades chinas, por lo que se espera que Merkel trate también este tema durante sus reuniones con líderes comunistas.
La visita de Merkel se produce a pocos meses de que el régimen chino cambie la cúpula del Partido Comunista, en el congreso que celebrará en octubre, como primer paso para el relevo de poder en la segunda economía mundial.