El gobierno, que controla el 82 por ciento de la institución bancaria tras rescatarla en 2008, lleva meses negociando con Abu Dhabi y podría venderle hasta un tercio de la participación.
No obstante, la venta puede suponerle al gobierno una pérdida ya que las acciones del banco no están tan valoradas como en 2008.
Entre 2008-9, el Reino Unido invirtió 45,500 millones de libras (unos 54,145 millones de euros) de dinero público en el RBS a fin de impedir su colapso tras la crisis financiera.
El gobierno británico compró las acciones del RBS a un promedio de 50 peniques (unos 0.59 céntimos de euros) por título, casi el doble del actual precio de cotización en la Bolsa de Londres.
Según la BBC, el acuerdo con Abu Dhabi le puede suponer al contribuyente británico unas pérdidas de 1,000 millones de libras (unos 1,190 millones de euros) por cada 2,000 millones de libras (unos 2,380 millones de euros) pagadas por el gobierno.
Pese a todo, la venta puede animar la inversión privada en el RBS e impulsar al alza el precio de las acciones, así como enviar un claro mensaje a los mercados de que el gobierno del Reino Unido no tiene interés es ser el propietario del banco a largo plazo.
Si bien un eventual acuerdo no es inminente, el gobierno confía en poder concretarlo antes de las próximas navidades.
El RBS ha sido centro de la polémica después de que su consejero delegado, Stephen Hester, cediera a las presiones de la opinión pública y renunciara este año a cobrar su bonificación anual estimada en un millón de libras (unos 1,1 millones de euros).