Las universidades griegas bordean la quiebra por la quita de la deuda

Las universidades griegas están al borde de la quiebra debido a las pérdidas que les ha supuesto la quita de deuda en la que fueron obligados a participar, anunció hoy la Conferencia de Rectores de las Universidades Griegas tras una reunión de urgencia.

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"Convertir los fondos universitarios en bonos del Estado les ha privado de millones de euros", explicó el rector de la Universidad de Ioannina, Triantafyllos Albanis, en declaraciones recogidas por la agencia AMNA.

Los fondos depositados por las universidades griegas para su funcionamiento ordinario en el Banco de Grecia fueron obligados a convertirse en bonos del Estado, como hubieron de hacer otras instituciones públicas helenas, según las líneas marcadas por los acreedores internacionales.

Luego, estos bonos fueron sometidos a la quita de deuda, por la que 206,000 millones de euros en las cuentas de deuda griegas fueron reducidos una media del 53.5 por ciento.

Sin embargo, no todos los tenedores de bonos fueron afectados de igual manera, ya que las instituciones públicas con títulos de deuda hubieron de soportar una quita mayor que gran parte de los acreedores privados, según declaró el economista griego Leonidas Vatikiotis.

Según la Conferencia de Rectores, de los 120 millones de euros que tenían depositadas 17 universidades públicas griegas en el Banco de Grecia, han quedado 33 millones tras la quita.

Incluso seis de los centros han quedado con sus cuentas "a cero", lo que significa que su funcionamiento podría verse severamente alterado.

La reunión de hoy concluyó con la decisión de crear una comisión para reclamar al Estado la devolución de los fondos ya que el nuevo préstamo de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 130,000 millones de euros no prevé la recapitalización de las instituciones públicas.

Por el contrario, el nuevo rescate internacional sí prevé inyectar más de 50,000 millones de euros para recapitalizar el sector bancario.

Con todo, Albanis avisó de que las universidades "no cerrarán como signo de protesta", ya que ello podría "dañar aún más" la precaria situación en la que se encuentran actualmente.

Los rectores también mantuvieron una reunión con el ministro de Educación, Yorgos Babiniotis, quien prometió "hacer todo lo posible" para lograr que las universidades públicas continúen funcionando y aseguró que ya ha tratado esta situación con el primer ministro, el ex banquero Lukás Papadimos.

Por otro lado, según la cadena Skaï, el Ministerio de Educación ha planeado una reducción de las admisiones en numerosas facultades de cara al curso que viene y, según esta cadena de televisión, el número de nuevos estudiantes no superará los 70,000, "el más bajo de la última década".

Y es que la partida de Educación en los presupuestos de 2012 fue reducida en un 60 por ciento con respecto al año anterior, lo que ha obligado a realizar recortes en todos los niveles educativos.

Por esta razón, a la que se añade la dificultad de encontrar trabajo en un país en el que el paro juvenil supera el 50 por ciento, numerosos estudiantes griegos se plantean emigrar.

"Muchos de mis amigos se van a ir al extranjero a buscar trabajo o a hacer un posgrado, que a veces es una forma de entrar en la vida de un país nuevo y luego te ayuda a encontrar trabajo allí", relató Mijalis, un estudiante del Politécnico de Atenas en su último año de carrera.