La creación neta de nuevos puestos de trabajo se situó en los 187,000 puestos, un dato levemente superior a los creados en julio ya que la cifra de ese mes fue revisada hasta los 157,000 puestos de trabajo creados, 30,000 menos de los estimados anteriormente.
El dato está, sin embargo, muy por debajo de la media de puestos creados en los últimos doce meses, 271,000, una situación que confirma la ralentización del mercado laboral como consecuencia de las subidas de tipos de interés.
Los nuevos empleos se dieron en los sectores de la atención sanitaria, que sumó 71,000 nuevos trabajos en agosto; el ocio y la hostelería (40,000 puestos nuevos), la asistencia social (26,000) y la construcción (22,000).
Con estas cifras, el número de personas desempleadas aumentó en 514,000 y se situó en los 6.4 millones en agosto.
Los ingresos medios por hora aumentaron 8 centavos, el 0.2 % en agosto, hasta los 33,82 dólares por hora. En los últimos doce meses, el salario medio por hora ha aumentado el 4.3 %.
En un evento público, el presidente estadounidense, Joe Biden, celebró los datos ya que, pese a la subida del indicador, continúa una sólida creación de empleo.
El mandatario recordó que desde su llegada al Gobierno en enero de 2021 se han creado 13.5 millones de puestos, alrededor de 800,000 de ellos en el sector manufacturero.
"Creamos más empleos en dos años que los que jamás haya creado un presidente en un solo mandato de cuatro años. Lo hicimos en dos años", afirmó.
MENOS PUESTOS CREADOS
Pese a las alabanzas políticas, las cifras muestran que desde enero pasado, cuando se crearon casi medio millón de empleos, se ha producido una ralentización en la creación de puestos, una señal de que el mercado laboral se está enfriando.
Esta situación está en línea con los objetivos de la Reserva Federal (Fed), que ha llevado a cabo once subidas de tipos de interés en el último año y medio para reducir la inflación.
El banco central estadounidense decidió en julio reanudar las subidas de los tipos tras una pausa en junio, con un aumento de 0.25 puntos porcentuales, de tal forma que pasaron a situarse en una horquilla de entre el 5.25 % y el 5.5 %, alcanzando su máximo nivel desde 2001.
En su última intervención pública en el marco del foro de Jackson Hole (Wyoming), el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó que el regulador seguirá manteniendo los tipos altos hasta que se logre dominar la inflación, aunque abrió la puerta a una posible pausa en las subidas.
"En las próximas reuniones evaluaremos nuestro progreso en función de la totalidad de los datos económicos y la evolución de las perspectivas y los riesgos. Basándonos en esta evaluación, procederemos con cautela a la hora de decidir si ajustamos aún más la política monetaria o, en cambio, mantenemos la tasa", dijo.
Powell explicó que para decidir si suben los tipos en su próxima reunión que tendrá lugar los días 19 y 20 de septiembre se tendrán muy en cuenta tanto los datos de inflación como las cifras de desempleo.
¿PAUSARÁ LA FED LA SUBIDA DE TIPOS?
Según los economistas, el aumento de la tasa de desempleo y la ralentización en la creación de puestos podría inclinar la balanza de la Fed hacia una pausa en las subidas.
Como señala a EFE el economista Richard Roberts, profesor de la Universidad Monmouth y exejecutivo de la Reserva Federal, "las cifras de hoy son una buena noticia para la Fed y probablemente la llevarán a mantener las tasas estables en su reunión de finales de septiembre".
Sin embargo, añade, el regulador "necesitará datos sólidos adicionales" que apunten a que la inflación va a regresar al 2 % antes de "cancelar futuros aumentos de las tasas de interés".
"Creo que veremos al menos un aumento adicional de tasas para fin de año a medida que el crecimiento económico se mantenga saludable", afirma.
En opinión de Craig Erlam, analista de Market Pulse, hay "muchos motivos para el optimismo". "Si había alguna duda de que la Reserva Federal haría una pausa en septiembre, los datos de hoy seguramente ponen fin a ese debate".
Yohay Elam, analista de StreetFX, recuerda por su parte que la Fed todavía tiene casi tres semanas hasta tomar una decisión en septiembre, y en este tiempo se publicarán los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), clave para su respuesta.
"Pero sería necesario un IPC extraordinariamente alto para que el banco subiera sus tipos en septiembre", afirma. El dato se conocerá el próximo día 13.