WeWork, un icono del "coworking", se acogió a la ley de quiebras estadounidense el 7 de noviembre de 2023 después de que una crisis acentuada por el auge del teletrabajo durante la pandemia, que le llevó a acumular una deuda de 10,000 millones de dólares.
La empresa tuvo este lunes una audiencia en un tribunal de bancarrotas de Newark (Nueva Jersey) y anunció un plan para salir de la quiebra "a finales de mayo", con una inyección de 450 millones de dólares y la eliminación de 4,000 millones en deuda, según un comunicado.
La nota indica que el plan, que mejoraría la situación financiera y las operaciones de WeWork, debe ser aprobado por los acreedores, pero ya fijó para el 30 de mayo la audiencia de confirmación judicial.
Según medios locales, buena parte de esos 450 millones de dólares que le ayudarían a salir de la bancarrota proceden del fondo Cupar Grimmond, propiedad del grupo tecnológico Yardi, que pasaría a controlar la mayoría del capital de WeWork.
El empresario israelí Adam Neumann, exfundador y antiguo propietario de WeWork, que propuso comprar la empresa con algunos socios por unos 500 millones de dólares hace un mes, ya ha expresado su desacuerdo con el plan.
En una declaración a medios a través de un abogado, el creador de WeWork consideró que los gestores están intentando vendérsela a un grupo de fondos liderado por Yardi "por menos" de lo que él propuso, y anticipó "objeciones robustas" a la confirmación del plan.