La magistrada Laurel Beeler de la corte del Distrito Norte de California determinó que las nuevas pruebas aportadas por el Gobierno no cambiaban de forma significativa el fondo de la cuestión y decidió mantener el bloqueo a la orden ejecutiva de Trump.
El pasado 20 de septiembre, sólo unas horas antes del límite para que entrase en vigor la prohibición, Beeler falló en contra de la Administración al considerar que no quedaba probado que prohibir las descargas de WeChat en EE.UU. fuese beneficioso para la seguridad nacional del país.
"Ciertamente el interés general de seguridad nacional del Gobierno es significativo, pero (...) mientras que el Gobierno ha establecido que las actividades de Cina suponen preocupaciones significativas de seguridad nacional, ha dado pocas pruebas de que la prohibición efectiva de WeChat para todos los usuarios en EE.UU. aborde esas preocupaciones", indicó la magistrada en un escrito.
"Y como apuntan los demandantes -agregó-, hay alternativas obvias a una prohibición completa, como vetar WeChat de los aparatos del Gobierno, como ha hecho Australia, o adoptar otras medidas para tratar la seguridad de los datos".
La decisión de septiembre y la de hoy suponen una victoria para la empresa propietaria de WeChat, la tecnológica china Tencent Holdings, y la Alianza de Usuarios de WeChat en EE.UU., una organización que asegura que no está vinculada a la compañía que presentó una demanda contra la Administración de Trump en agosto.
Tanto WeChat como la red social TikTok, también de propiedad china, se han alzado en objetivos del Gobierno de EE.UU. en su lucha contra la intromisión china en el país Norteamericano, aunque por el momento ambas aplicaciones siguen pudiéndose usar y descargar, en ambos casos gracias a decisiones de la Justicia.