Según los datos oficiales publicados este miércoles por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el índice de precios a la producción (IPP), que mide la inflación mayorista, subió un 13.5 % interanual, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) se elevó un 1.5 %.
El ritmo de avance interanual del IPP fue 2.8 puntos superior al de septiembre, y también se situó bastante por encima de lo que pronosticaban los expertos, cuyas previsiones rondaban el 12 %.
Tras haber batido ya el récord en septiembre, en el décimo mes del año el indicador registró de nuevo la mayor subida de su serie histórica, que arrancó en octubre de 1996.
Antes de estos episodios de escasez de electricidad, el mayor repunte databa de agosto de 2008, cuando los precios industriales se dispararon un 10.1 %, también por el encarecimiento de las materias primas y de la energía, aunque entonces el protagonista no era el carbón sino el acero.
ESCASEZ DE ENERGÍA
La ONE, a través de su estadístico Dong Lijuan, no solo achaca la situación a la citada crisis energética -que se tradujo en políticas de racionamiento en algunas importantes zonas de producción- sino también al aumento de los precios de las materias primas y a los problemas logísticos a nivel global.
Sin embargo, analistas como Julian Evans-Pritchard y Sheana Yue, de la consultora británica Capital Economics, sí que apuntan sin dudar a la crisis energética como gran responsable de que el IPP se haya desbocado.
En su opinión, casi todo el avance del indicador entre septiembre y agosto (+2.5 %) viene de la subida de los precios del minado y el procesado de carbón y, sobre todo, de las consiguientes interrupciones en la producción de productos petroquímicos, cemento y metales: “Fuera de esos sectores, apenas hay señales de presión inflacionista”, apuntan.
De hecho, los precios de las actividades mineras del carbón -material con el que China genera en torno a un 60 % de su energía- se situaron en octubre a más del doble (+103.7 %) que hace un año, y un 20.1 % por encima del nivel del mes anterior.
Pese a esto, las medidas impulsadas por Pekín para controlar los costes del carbón y garantizar el suministro de cara al invierno ya se han traducido en una caída del precio de los contratos de futuros, que a mediados de octubre alcanzaron su máximo histórico ante los temores por la escasez, y en el final de las políticas de racionamiento en algunas provincias.
Así pues, Evans-Pritchard y Yue pronostican que el IPP “está cerca de su pico”, y que probablemente su ritmo de subidas caerá a lo largo de los próximos meses, aunque otros analistas como Jing Liu, del banco HSBC, no son tan optimistas.
“El IPP podría mantenerse elevado (…) a lo largo del invierno -apunta Jing-. Los precios de la energía, especialmente del carbón y del gas natural, podrían seguir subiendo. Y, en el caso de los metales, depende de qué tiene más fuerza: si los riesgos sobre la demanda por la ralentización del sector inmobiliario o la escasez de suministro por los controles de China” para cumplir con sus metas de reducción de consumo de energía.
COMBUSTIBLES Y VERDURAS ELEVAN EL IPC
Por otra parte, el IPC avanzó en octubre a un ritmo de más del doble que el del mes anterior, al pasar del 0.7 % al citado 1.5 %, ligeramente por encima de lo esperado por los analistas.
Esta subida pone fin a cuatro meses consecutivos de ralentización desde mayo, cuando el indicador alcanzó su anterior pico de 2021, y, de hecho, supone una nueva cota máxima para este año.
Parte del avance interanual se debe a la subida del combustible para transporte (+31.4 %), efecto de la subida de los precios internacionales del crudo.
Por otro lado, la carne de cerdo -la favorita de los consumidores chinos- sigue bajando (-44 % interanual) debido a la recuperación de la piara nacional tras poner bajo control la epidemia de peste porcina africana que mató a decenas de millones de gorrinos en el país desde mediados de 2018.
En la comparación con el mes anterior, los precios al consumidor se encarecieron un 0.7 %.
Al analizar esa cifra, la ONE destaca el impacto de las lluvias o de los rebrotes de la covid-19 sobre las cosechas, lo que elevó el precio de las verduras frescas en un 16.6 % entre septiembre y octubre.
De cara al futuro, Capital Economics recuerda que estos son factores estacionales y que la inflación subyacente sigue en niveles bajos, por lo que prevé que el IPC se mantenga por debajo del 2 % a lo largo de los próximos trimestres.