La tasa de inflación en el primer mes del año fue negativa, de -0.4 por ciento interanual, una décima por debajo de la calculada inicialmente por la entidad, que atribuyó el retroceso al desplome de los precios internacionales del petróleo.
De diciembre a enero, los precios en la mayor economía de Europa cayeron un 1.1 por ciento. En el caso de persistir la tendencia se habla de deflación, un proceso considerado igual de perjudicial para la economía que altos niveles de inflación.
La caída de precios en enero es la más pronunciada desde julio de 2009, cuando los precios cedieron respecto al mismo mes del año anterior un 0.5 por ciento en medio del estallido de la crisis financiera internacional.
Esta vez, la inflación negativa se produce en un buen momento de la mayor economía de Europa. Para el economista del Commerzbank Christoph Weil, la caída de los precios del crudo es una bendición para la coyuntura: "Los consumidores gastan menos en energía y tienen dinero para otras cosas".
La Oficina de Estadísticas subrayó que se trata de la tercera caída consecutiva de la inflación interanual, tras el aumento de 0.2 por ciento en diciembre, el de 0.6 por ciento en noviembre y el de 0.8 por ciento en octubre.
La cifra de enero se aleja aún más del objetivo cercano a dos por ciento fijado por el Banco Central Europeo y confirma los temores del peligro de deflación que llevaron al banco europeo a anunciar una inyección de más de un billón de euros en los próximo meses.
El principal desencandenante de la inflación negativa fue el desplome de los precios de los derivados del petróleo. El aceite de calefacción se abarató casi en 31 por ciento, mientras que los carburantes perdieron un 15 por ciento de valor.
Sin tener en cuenta la influencia de los precios del petróleo, la inflación hubiera aumentado un 0.8 por ciento interanual, aclaró la Oficina de Estadístas.
También contribuyó el retroceso de 1.3 por ciento de los precios de los alimentos.
Los expertos pronostican que la inflación se mantendrá en terreno negativo por varios meses.
"Apenas aumente el petróleo, la tasa de inflación abandonará la zona negativa a más tardar en la segunda mitad del año", estimó el economista Ulf Krauss, del Landesbank Hessen-Thüringen (Helaba). El banco predice una inflación anual de 0.5 por ciento, mientras que el DZ Bank augura una inflación de 0.4 por ciento. (DPA)