En enero el índice de precios al consumidor se situó por primera vez desde 2009 en negativo. Mientras, en febrero se recuperó ligeramente con una mínima subida de un 0.1 por ciento.
La ralentización en la caída de los costes de la energía propició que los precios dieran un giro en su tendencia a la baja de los últimos meses.
Sin embargo, esta tasa sigue estando muy lejos del objetivo de una inflación cercana pero por debajo del dos por ciento, que el Banco Central Europeo (BCE) fija como estabilidad de precios. (DPA)