Se trata del primer recorte del precio del dinero en EE.UU. en más de una década.
El banco central justificó su decisión por "las presiones inflacionarias apagadas" y las "implicaciones de los acontecimientos globales".
La Fed señaló que la actividad económica seguía siendo sólida en EE.UU., pero reconoció la incertidumbre acerca de las tensiones comerciales y la debilidad global.
La decisión se tomó con 8 votos a favor y 2 en contra, los de Eric Rosengren, presidente de la Fed del distrito de Boston, y Esther George, de la Fed de Kansas City.
Los datos macroeconómicos más recientes apuntan a una desaceleración de EE.UU., así como en Europa y China.
La economía estadounidense se ralentizó en el segundo trimestre, según el primer cálculo oficial, a un ritmo anual del 2,1 % frente al 3,1 % registrado previamente en el comienzo del año.
La inflación interanual bajó dos décimas en junio al 1.6 %, con lo que se mantiene de manera persistente por debajo de la meta anual del 2 % de la Fed.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha criticado severamente al banco central e instado a que rebaje los tipos de interés en los últimos meses.
"La UE y China bajarán aún más sus tipos de interés y meterán más dinero en sus sistemas facilitando mucho más a sus fabricantes la venta de sus productos", dijo el mandatario este martes.
"Mientras tanto -agregó , y con escasa inflación, nuestra Fed no hace nada, y probablemente hará poco en comparación".