El Ejecutivo comunitario considera que el apoyo público es necesario para "incrementar los ratios de solvencia del banco, permitirle resistir las situaciones de presión y preservar la estabilidad de los mercados financieros irlandeses", explicó en un comunicado.
La CE tomará una decisión final sobre la recapitalización en base al nuevo plan de reestructuración de la entidad que ha prometido Dublín y que Bruselas espera recibir antes de fin de mes.
Para obtener la luz verde definitiva, ese plan debe garantizar la viabilidad a largo plazo del banco, una adecuada participación de los accionistas en los costes y medidas para limitar las distorsiones de la competencia derivadas del apoyo público.
El rescate a Irlanda concedido en noviembre del pasado año por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional incluía, entre otros compromisos, la revisión de las necesidades de capital de todos los bancos cubiertos por el programa.
En este caso, el análisis efectuado por el Banco Central irlandés reveló unas necesidades de 13,300 millones para AIB y de 1,500 millones para EBS.
Para la entidad fusionada, se considera que las necesidades son de 13,200 millones de euro
La unión de AIB y EBS es parte del amplio plan para reestructurar el sistema bancario irlandés, origen de la grave crisis económica que sufre este país desde 2008, y convertirlo en un sector saneado y acorde con el tamaño de la economía nacional.
El pasado lunes, Bruselas también aprobó de forma temporal la inyección de 5,350 millones de euros a Bank of Ireland, el que junto al AIB será la entidad "pilar" sobre las que girará a partir de ahora el sistema financiero irlandés.