"Existen indicios visibles de que las economías que caen en una fuerte recesión con una inflación baja acaban cayendo con demasiada facilidad en una trampa política y económica", afirmó el economista estadounidense.
"Por ello, un objetivo de inflación relativamente elevado en tiempos normales puede servir como un seguro para evitar posibles consecuencias negativas", declaró Krugman.
El BCE fija como estabilidad de precios en la eurozona contar con un nivel de inflación cerca, pero menor al dos por ciento.
Sin embargo, desde hace meses la inflación en la eurozona se sitúa notablemente por debajo de este objetivo. En abril se situó en el 0.7 por ciento. Esto ha llevado a algunos economistas a alertar del riesgo de una posible deflación que podría afectar a la coyuntura económica.
El presidente del BCE, Mario Draghi, volvió a recordar el lunes que no permitirán que la inflación permanenzca demasiado tiempo en estos niveles bajos, lo que augura una posible acción del BCE en la próxima reunión del 5 de junio. (DPA)