"Un yen barato podrá ayudar a mejorar las ganancias de las empresas exportadoras japonesas. En cambio, la subida del precio de los productos importados podrá afectar a otras empresas y a los consumidores", explicó Matsuno, quien dijo que "la estabilidad de la divisa es importante y no son deseables los movimientos drásticos".
La divisa japonesa ha vuelto a su tendencia bajista en las últimas horas, y el dólar llegó a comprarse a las 9 de la mañana de hoy (hora local) en la franja de los 132 yenes, lo que supone su precio más caro frente a la moneda nipona desde abril de 2002, y tras haber alcanzado los 130 yenes este lunes.
Durante la mañana de hoy en la Bolsa de Tokio, los valores relacionados con las exportaciones se vieron beneficiados gracias a la debilidad del yen. El índice Nikkei subió un 0.41 %, y el selectivo más amplio, Topix, un 0.74 %
Un yen barato frente al dólar o al euro es considerado beneficioso para las empresas exportadoras niponas, al incrementar sus beneficios al repatriarlos y hacerlas más competitivas en el exterior.
Sin embargo, una devaluación excesiva puede llegar a lastrar a la economía japonesa, al encarecer aún más la energía y las materias primas importadas de las que es altamente dependiente y que se han disparado a nivel global a raíz de los problemas de suministro y de la guerra de Ucrania.