El déficit de noviembre, el mayor desde que Japón adoptó en 1979 este modelo estadístico, fue resultado de la caída interanual del 4.1 por ciento de las exportaciones, hasta los 4.9 billones de yenes (43,970 millones de euros), y del incremento del 0.8 por ciento de las importaciones, hasta 5.9 billones de yenes (52,946 millones de euros).
El déficit de la balanza comercial japonesa fue un 37.9 por ciento mayor que el registrado en noviembre de 2011, cuando se situó en los 691,237 millones de yenes (6,200 millones de euros), según detalló el informe preliminar del Ministerio de Finanzas.
El indicador de noviembre es ligeramente mejor de lo esperado por los analistas, que estimaban un déficit cercano al billón de yenes (8,970 millones de euros), según el diario económico Nikkei.
En las exportaciones destacaron las caídas de sectores como los de maquinaria (-10.3 por ciento), equipamiento de transporte (-10.1 por ciento) o bienes manufacturados (- 2.4 por ciento), mientras que se incrementaron las importaciones en el sector químico (6.5 por ciento) o el de maquinaria eléctrica (4.6 por ciento).
Por países, Japón tuvo con China, su histórico primer socio comercial, un saldo negativo de 547,463 millones de yenes (unos 4,900 millones de euros), al sufrir sus exportaciones a este país una caída interanual del 14.5 por ciento, frente al incremento del 5.8 por ciento de las importaciones.
El déficit de noviembre con la Unión Europea se situó en los 126,412 millones de yenes (unos 1,130 millones de euros) debido principalmente a la pronunciada caída de sus exportaciones (-19.9 por ciento).
Mientras, la balanza comercial con Estados Unidos, primera economía mundial, creció más de un 19.8 por ciento, con un aumento de las exportaciones (5.3 por ciento) y la caída las importaciones (-5.5 por ciento), hasta los 453,827 millones de yenes (4,070 millones de euros).
El dato de noviembre añade preocupación por la situación de la tercera economía del mundo, al borde de la recesión técnica, cuyas exportaciones se han visto afectadas por la desaceleración global y la fortaleza del yen durante casi todo el año, detalló Nikkei.
No obstante, los analistas esperan que Japón entre en la senda de la recuperación moderada en 2013, ante el compromiso del nuevo gobierno elegido en los comicios del pasado domingo, que tomará posesión el 26 de diciembre, y cuya premisa es la de apuntalar la economía a través de una política monetaria agresiva.