"No den a Grecia signos sobre cómo salir de la zona euro, sino la forma de salir de la crisis", señaló Gurría antes de lanzar un llamamiento para evitar las especulaciones y centrarse en cómo remontar la situación crítica en Europa, durante la segunda jornada del Foro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que se celebra en París.
El secretario general reiteró, en cualquier caso, su preocupación por un "cortafuegos" que sea suficientemente potente para evitar el contagio de la crisis en Europa, que a su juicio es más relevante que el debate sobre la pertinencia de los eurobonos.
"La cuestión no son los instrumentos, sino la fuerza del cortafuegos", indicó.
Tras presentar el informe semestral divulgado ayer, el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, destacó las perspectivas negativas de la zona euro, cuya economía se calcula que caerá este año un 0,1 %, frente a la recuperación que se constata en Estados Unidos.
"Una de las cosas que explican las diferencias entre Estados Unidos y Europa es la confianza", que se está deteriorando en la zona euro, y que tienen consecuencias sobre el comportamiento del consumo y de las inversiones de las empresas, comentó Padoan.
El economista jefe pidió que en Europa se clarifique la situación del balance de los bancos y que se recapitalicen los que sean viables.
El ministro belga de Exteriores, Didier Reynders, puso el acento en que hay que convencer a la población griega de que "el peor escenario para Grecia es salir del euro".
"En primer lugar sería una catástrofe para Grecia, y sobre todo para los más pobres (...) más que para la zona euro", comentó Reynders, que precisó que paralelamente hay que enviar el mensaje de que los europeos tendrán que financiar a Grecia para remontar la situación no sólo dos o tres años, sino "durante diez o incluso veinte años".