"Los políticos de la eurozona han delineado o clarificado recientemente su estrategia deseada para facilitar una mayor Unión Económica y Monetaria y evitar los elevados costos económicos y políticos de una ruptura de la zona del euro", señala la agencia en un informe publicado hoy.
"Esto respalda nuestro punto de vista de que la eurozona sobrevivirá", aunque "sigue habiendo un riesgo político y económico grande", señala Fitch.
Así, pese al progreso hecho durante septiembre, aún no hay certeza de que la crisis se resolverá efectivamente y además, advierte, ninguna solución será rápida.
La agencia de calificación de riesgo recordó que en mayo identificó seis áreas que necesitaban la atención de los líderes ante la especulación de los mercados sobre la viabilidad de la eurozona: financiación del Banco Central Europeo (BCE); supervisión bancaria; cortafuegos creíbles; reformas estructurales; integración fiscal y reformas políticas e institucionales.
A juicio de Fitch, la eurozona ha hecho progresos con respecto a los primeros cuatro elementos y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha hecho referencias en su discurso del estado de la UE sobre los otros dos.
El BCE anunció el pasado día 6 su plan de compra ilimitada de deuda, pero este programa no debe ser un sustituto para el acceso a los mercados, sino apoyarlo, advierte.
Sobre la propuesta para dotar al BCE de poderes para ejercer de supervisor único bancario en la zona del euro y aquellos países que se quieran unir, Fitch señaló que el calendario para su puesta en marcha -el 1 de enero- es "ajustado" y que se corre el riesgo de que la propuesta sea "de lejos más ambiciosa" que el acuerdo que finalmente se cierre.
Respecto a las reformas estructurales que están llevando a cabo los países de la periferia europea, la agencia de calificación destaca el riesgo de "fatiga" que se percibe en países como Grecia, así como de las incertidumbres que despiertan las elecciones generales en Italia del próximo año.