Fitch revisará la triple A británica por incumplir el objetivo de déficit

La agencia Fitch revisará en 2013 la triple A sobre la deuda soberana del Reino Unido, con posibilidad de rebajarla, después de que el gobierno británico reconociera este miércoles que no podrá cumplir sus objetivos de reducción del déficit en el plazo previsto.

La agencia alertó anoche de que esa calificación, la mejor que otorga y que refleja la excelente capacidad del país para pagar sus deudas, peligra debido "al gran reto" que le supondrá a Gran Bretaña alcanzar sus metas de consolidación fiscal en el actual contexto económico desfavorable.

"Incumplir el objetivo (de reducción del déficit) debilita la credibilidad del marco fiscal del Reino Unido, que es uno de los factores que sustenta la nota" triple A, señala Fitch.

La agencia, que ya puso la AAA británica en "perspectiva negativa" el pasado marzo, tras la presentación de los presupuestos del Estado, revisará la asignación de nuevo después de que se den a conocer los próximos presupuestos, en marzo de 2013.

El gobierno británico admitió el miércoles que no podrá cumplir en el plazo previsto de cinco años (de 2010 a 2015) sus objetivos de reducción del déficit y trasladó la fecha límite para conseguirlo al 2018, año hasta el que se prolongarán las medidas de austeridad.

En la llamada "Declaración de otoño" ante el Parlamento, el ministro de Economía, George Osborne, reconoció que la falta de crecimiento económico y la caída de los ingresos fiscales impedían alcanzar la meta fijada de reducir el déficit y la deuda neta, que equivale a casi un 70 por ciento del PIB.

Para equilibrar las cuentas públicas, anunció nuevos recortes presupuestarios en la mayoría de los ministerios y una rebaja en términos reales de los subsidios estatales.

Además, la Oficina de responsabilidad presupuestaria (OBR, siglas en inglés), auspiciada por el gobierno para supervisar las finanzas públicas, auguró que la economía británica se contraerá este año un 0.1 por ciento, frente al crecimiento del 0.8 por ciento que había pronosticado en marzo.

La Oficina rebajó también sus previsiones para los siguiente años, y auguró un crecimiento de solo un 1.2 por ciento en 2013 y un 2 por ciento en 2014, porcentajes en todo caso todavía superiores a los que ofrecen otros organismos.

Los analistas predicen que, si los mercados perciben que la política económica del gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas está fallando, podrían subir los intereses sobre la deuda soberana británica, lo que dificultaría aún más la reducción del endeudamiento.