Según las cifras comunicadas hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el consumo privado fue el principal elemento de la progresión del PIB de sus 33 países miembros entre julio y septiembre, ya que aportó tres décimas.
El comercio exterior contribuyó con dos décimas a ese ascenso y la formación fija de capital con otro tanto, mientras que la reducción de existencias redujo una décima el PIB, explicó la OCDE en un comunicado.
Japón destacó en el tercer trimestre por un incremento del 1.4 por ciento que tiene que ver sobre todo con un movimiento técnico de recuperación tras los efectos del tsunami del 11 de marzo de 2011, que se dejaron sentir en el trimestre precedente, cuando su economía sufrió un recorte del 0.5 por ciento.
También tuvieron progresiones trimestrales superiores al 1 por ciento dentro de la OCDE durante los meses del verano Turquía (1.7 por ciento), Suecia (1.6 por ciento), Noruega (1.4 por ciento), México (1.3 por ciento) y Estonia (1.2 por ciento).
En el G7 y al margen del Japón, el PIB de Canadá aumentó un 0.9 por ciento, el del Reino Unido un 0.6 por ciento, el de Estados Unidos un 0.5 por ciento como el de Alemania, el de Francia un 0.3 por ciento.
Italia fue el único de este grupo que experimentó una caída, del 0.2 por ciento, pero esa tendencia bajista también se dio en otros miembros de la zona euro.
Aunque España escapó técnicamente a ese descenso al quedar su economía estancada (de hecho creció un insignificante 0.0087 por ciento), no lo consiguieron Irlanda (-1.9 por ciento), Portugal (-0.6 por ciento), Eslovenia (-0.2 por ciento), Holanda (-0.2 por ciento) y Bélgica (-0.1 por ciento).
También cayó el PIB en otros países europeos que no han adoptado la moneda única: Dinamarca un 0.5 por ciento y le República Checa un 0.1 por ciento.
En su globalidad, la economía de la zona euro creció un 0.2 por ciento y la del conjunto de la Unión Europea un 0.3 por ciento.