Este crecimiento llega tras la evolución prácticamente plana que registró la economía japonesa en el primer trimestre del año natural, según los datos ajustados de forma estacional y publicados este lunes por la oficina del Gabinete nipón.
En comparación con el mismo trimestre del 2021, el PIB japonés creció un 1.1 %.
En términos reales y con las estadísticas ajustadas a la inflación, los datos muestran tres trimestres consecutivos de avances para la tercera economía mundial, que se mantiene así en la senda del crecimiento tras el prolongado lastre de la pandemia y las dificultades generadas por la guerra de Ucrania.
El principal impulsor del PIB nipón entre abril y junio fue el consumo doméstico, que representa más de la mitad de la economía nacional y avanzó un 1.1 % respecto al trimestre precedente.
Las exportaciones, el otro pilar del producto interior bruto japonés, crecieron un 0.9 % intertrimestral, mientras que las importaciones avanzaron un 0.7 %, lo que representa el coste creciente de las compras al exterior de recursos energéticos y materias primas.
También contribuyeron al alza del PIB la subida del 0.8 % de la inversión de capital corporativo, y el incremento del 0.6 % de la demanda pública.
Estos datos positivos de la economía japonesa reflejan en parte el efecto del amplio paquete de ayudas a empresas y particulares adoptado el pasado abril por el Ejecutivo que lidera Fumio Kishida, destinado a sostener el gasto de los hogares y las actividades del sector privado frente al impacto de la inflación global.