Se trata del cuarto récord consecutivo del metal precioso, que sigue su revalorización frente la inestabilidad generalizada de las bolsas europeas que hoy volvieron a caer por la mañana, aunque no de manera tan severa como en la jornada anterior.
La onza de oro al contado cerró hoy con un aumento de un 1.3 por ciento respecto a ayer, cuando alcanzó los 1,824 dólares.
El lento crecimiento de la economía y el temor a que las principales potencias mundiales entren en recesión está creando pánico en los inversionistas que prefieren apostar por valores seguros como el oro.
Los analistas explican que los espectaculares aumentos de este metal precioso muestran el estado de ánimo de los inversionistas, que ahora prefieren mantener su capital en vez de ganar apostando por valores más rentables pero con mucho más riesgo.
El oro superó el pasado 18 de julio por primera vez en su historia los 1,600 dólares y ayer, solo un mes después, superó por primera vez la barrera de los 1,800, sobre la que se sigue manteniendo hoy.