La nueva planta de producción, que estará totalmente dedicada al montaje de vehículos eléctricos (VE) y paquetes de baterías, se situará en las cercanías de la localidad de Savannah.
La fábrica, denominada Metaplant, tendrá una inversión de 5,540 millones de dólares y creará más de 8,100 empleos durante los próximos años.
Está previsto que tenga una capacidad de producción de 500,000 vehículos al año de las tres marcas del grupo: Hyundai, Kia y Genesis.
El presidente estadounidense, Joe Biden, vinculó en un comunicado la inversión de Hyundai en Georgia con su plan económico implementado durante los dos últimos años.
"Mi agenda económica, aprobada por los demócratas en el Congreso para reconstruir nuestro sector industrial e infraestructura, sigue dando resultados para el pueblo estadounidense, esta vez en Georgia", declaró.
El fabricante surcoreano señaló en un comunicado que su objetivo es establecer una "cadena de suministro estable en el mercado estadounidense para baterías y otros componentes de vehículos eléctricos".
La única planta de montaje de vehículos de Kia en Estados Unidos está en la localidad de West Point, también en el estado de Georgia, donde se producen los modelos Telluride, Sorento, Sportage y K5.
Por su parte, Hyundai produce vehículos en EE.UU. en la planta de montaje que tiene en Montgomery (Alabama).
Durante la ceremonia de inicio de las obras de Metaplant, el embajador de la República de Corea en Estados Unidos, Cho Tae-yong, declaró que las autoridades surcoreanas están negociando con el Gobierno estadounidense para que los VE producidos fuera de Norteamérica no sean penalizados fiscalmente.
La Ley para la Reducción de la Inflación que la Administración de Biden puso en vigor en agosto eliminó un crédito de fiscal de 7.500 dólares para los compradores de vehículos eléctricos producidos fuera de Norteamérica. La ley sí mantiene los incentivos fiscales para los VE producidos en Estados Unidos, Canadá y México.
El grupo Hyundai es el segundo en ventas de VE en Estados Unidos, solo por detrás de Tesla, y la eliminación del incentivo afecta especialmente al conglomerado industrial surcoreano.