La firma japonesa, uno de los mayores fabricantes mundiales de vehículos, dio a conocer este jueves los resultados del primer trimestre de su ejercicio fiscal, que reflejó las consecuencias de la brusca caída en la demanda a causa de Covid-19.
Entre abril y junio pasados Toyota logró un beneficio neto de 158,843 millones de yenes (1,268 millones de euros), muy por debajo de los 619,131 millones de yenes (4,939 millones de euros) que registró en el mismo período del año pasado.
Las ventas en el periodo se redujeron el 40.4 por ciento, hasta 4.60 billones de yenes (36,710 millones de euros), mientras que el beneficio operativo casi desapareció, con una caída del 98.1 por ciento, hasta 13,920 millones de yenes (111 millones de euros).
"Tuvimos éxito en asegurar un beneficio operativo a pesar de la drástica caída en la venta de vehículos", dice el comunicado que da cuenta de estos datos.
Al dar a conocer estos resultados, Toyota indicó que en el primer trimestre de su año fiscal tuvo una caída del 50 por ciento en el número total de vehículos vendidos, hasta 1.16 millones de unidades.
El brusco descenso se notó especialmente en regiones claves: si en el mismo período del año pasado Norteamérica era el principal mercado para la firma nipona, entre abril y junio pasados sus ventas allí cayeron un 61.7 por ciento, hasta 285,000 vehículos.
De hecho, Japón, que también ha sufrido la pandemia aunque con efectos menores a otras zonas, desplazó a Norteamérica como el principal mercado para Toyota, ya que sólo tuvo una reducción del 30.6 por ciento en el número de vehículos vendidos, hasta 385,000 unidades.
Todas las regiones anotaron una caída en el resultado operativo de Toyota en el trimestre mencionado, y sólo Japón y Asia registraron un pequeño beneficio, en el primer caso un 82 por ciento menos que el registrado entre abril y junio de 2019 y el 60 por ciento menos en Asia.
En cuanto a sus perspectivas para el año fiscal 2021, Toyota calcula que en total tendrá unas ventas consolidadas de vehículos que llegarán a los 7.2 millones de unidades, muy por debajo de los 8.6 millones que tuvo en el ejercicio fiscal anterior.
Toyota espera que en lo que resta de ejercicio pueda recuperar su mercado norteamericano, y calcula que terminará vendiendo allí 2.33 millones de unidades, frente a los 1.96 millones de Japón.
La firma japonesa proyecta que las ventas se recuperarán gradualmente en los próximos meses: un 85 por ciento entre julio y septiembre, un 95 por ciento en el trimestre siguiente y un 105 por ciento en el último del ejercicio.
En cuanto a las perspectivas financieras, Toyota prevé que cerrará el año fiscal de 2021 con unas ventas que estarán cerca de un 19.6 por ciento por debajo del ejercicio de 2020, hasta 24 billones de yenes (191,525 millones de euros).
Asimismo, calcula que el beneficio neto caiga en todo el ejercicio fiscal actual un 64.1 por ciento respecto al anterior, hasta 730,000 millones de yenes (5,825 millones de euros).
Aun así, Toyota aclara que, a pesar del esperado aumento en el nivel de ventas, la extensión de la pandemia de coronavirus genera muchas incertidumbres y "el entorno de los negocios puede cambiar de una forma significativa".