Con una inversión de 3,700 millones de dólares, el proyecto de Sound Transit, la autoridad de transporte del estado de Washington, comenzó por estos días la crucial instalación de los rieles, que deberán adaptarse al movimiento del puente.
Esta obra, sobre la autopista interestatal 90, dará una nueva cara y servicio al Homer M. Hadley Memorial, construido hace treinta años y el quinto puente flotante más largo del mundo, con 1,7 kilómetros (5,811 pies).
Dos de sus carriles para la circulación de vehículos están siendo transformados en rieles, y además el viaducto será reforzado para sostener el 30 % más de su peso actual, ya que los trenes que circularán pesan unas 273 toneladas.
"No había precedentes para ninguno de los muchos problemas de ingeniería que surgieron al diseñar los nuevos soportes de los rieles", explicó a Efe el ingeniero John Stanton, quien participó en las pruebas y la evaluación de algunos de los componentes estructurales del viaducto.
Los principales desafíos fueron la limitación del peso, la instalación eléctrica encima del agua y las conexiones entre la parte flotante del puente y la firme en tierra.
Para suavizar ángulos donde los rieles se cruzarán sobre las bisagras que conectan las estructuras flotantes y fijas fueron diseñadas ocho "rieles puente" de acero, haciendo uso de la ciencia sísmica, explicó a Efe John Sleavin, ingeniero de Sound Transit.
"Se han diseñado accesorios de rieles innovadores de caucho que descansan sobre 9.000 bloques de cemento (más livianos que los tradicionales) de 23 centímetros que se pegan con resina al pavimento, en lugar de utilizar barras de refuerzo, lo que evita agujerear la cubierta del puente y que la corriente eléctrica perdida dañe su estructura", añadió.
Pero estas nuevas tecnologías no son baratas ni de rápida implementación, Sound Transit ha gastado 53 millones de dólares solo en el nuevo diseño del Homer M. Hadley Memorial y ha tardado más de cuatro años para ajustar la ingeniería.
Actualmente el puente es sostenido por más de cincuenta estructuras huecas de cemento que flotan y se adaptan al caudal del lago que fluctúa 61 centímetros al año, manteniendo la estructura a flote. La idea reducir el peso removiendo la gravilla de su interior.
Sleavin explicó que el puente se mueve sujetado al fondo por cables de acero que lo mecen como si estuvieras en un barco, y el tráfico influye en el movimiento, aunque es imperceptible para las personas.
La inauguración de este tren suburbano, que transportará a unos 50,000 pasajeros diarios entre las ciudades de Seattle y Bellevue, está prevista para 2023.
Sound Transit confía en comenzar en 2022 las pruebas sin pasajeros, ya que cualquier fallo de estructura, hundiría el tren a unos 60 metros de profundidad en el lago.
El proyecto busca paliar el grave problema de congestión de tráfico de Seattle, que según dijo a Efe Bart Treece, portavoz de Sound Transit, "es debido a la migración por el sólido mercado laboral"
Seattle no es ajena a proyectos de gran envergadura, como la demolición este año del Viaducto de Alaska, la autovía elevada que cruzaba la bahía, para dar paso a uno subterráneo abierto con la ayuda de Bertha, la excavadora de túneles más grande del mundo.