El organismo no cambió, por tanto, el crecimiento estimado del año pasado ni tampoco cambió el dato trimestral y confirmó que el PIB estadounidense aumentó el 0.7 % en el cuarto trimestre con respecto al tercero.
Sí modificó su estimación sobre el ritmo anual de crecimiento en el cuarto trimestre, que colocó en el 2.7 %, dos décimas menos que lo calculado anteriormente, debido a "revisiones a la baja del gasto de consumo y las exportaciones", señala la BEA.
Estos datos se dan, recuerda la BEA, en un contexto de "moderación" de la tasa de inflación y de subidas de los tipos de interés, con un desempleo bajo y con "incertidumbres continuas" en la cadena de suministro.
La Oficina de Análisis Económico hará una nueva revisión de estos datos a finales de marzo.
Aunque con un crecimiento muy inferior al registrado en 2021 (5.9 %), Estados Unidos cierra así el año con el 2.1 % de crecimiento anual y deja atrás, de momento, el temor a una recesión.