El producto interno bruto (PIB) descendió entre los meses de abril y finales de junio un 0.2 por ciento en comparación con el trimestre anterior una vez corregidas las variaciones estacionales y de inflación.
"El extremadamente suave invierno, con una fuerte tasa de crecimiento a inicios de año, tuvo un papel importante en el rendimiento del segundo trimestre", escribieron los expertos de Destatis.Los primeros pronósticos fijaron un incremento de un 0.8 por ciento. Sin embargo, las últimas estimaciones de los expertos económicos y del Ministerio de Economía alemán ya auguraban una caída del dinamismo después de un fuerte inicio del año propiciado por un invierno suave.
Las incertidumbres derivadas de las tensiones geopolíticas en todo el mundo, en especial en el este de Ucrania y Cercano Oriente, empujaron a la baja el rendimiento económico de la mayor potencia exportadora de Europa.
"Los riesgos geopolíticos en el este de Europa y Cercano Oriente, así como el debilitamiento del desarrollo de la eurozona han provocado provisionalmente indicios de frenado en la economía alemana", explicó el ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, después de darse a conocer las cifras.
Sin embargo, destacó que "la tendencia básica de la coyuntura económica permanece sin cambios de manera positiva". "Las tasas de crecimiento deberían volver a ser positivas a lo largo del año", afirmó.
De la misma manera que el vicecanciller alemán se pronciaron otros economistas alemanes. "El retroceso de las inversiones en bienes de capital de las empresas se debió a los primeros indicios de freno derivados de las crisis geopolíticas", indicó el experto en coyuntura económica Simon Junker, del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW).
A pesar de esta caída, algunos economistas intentan calmar los ánimos. "No se debe festejar a lo grande cada repunte, al igual que tampoco se puede afligir uno ante un retroceso", alertó Christoph M. Schmidt, presidente del Consejo de los Sabios, que aconseja al gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, en la cadena pública alemana ARD.
Asimismo, los economistas del banco Lampe calificaron de "exagerados" las preocupaciones en torno a la caída del PIB en el segundo trimestre del año. "Los consumidores alemanes y las inversiones en infraestructuras deberían continuar sin inmutarse por la geopolítica", indicaron.
Por su parte, el economista jefe del Commerzbank, Jörg Krämer, confirmó su pronóstico a la baja para todo el año donde prevé un crecimiento de un 1,7 por ciento.
No obstante, en la comparación interanual, el PIB alemán creció en el segundo trimestre de 2014 un 0.8 por ciento respecto al mismo periodo de 2013 (un 1.2 por ciento una vez corregidas las variaciones estacionales), a pesar de perder dinamismo.
Las exportaciones se incrementaron en menor medida que las importaciones en el segundo trimestre del año en Alemania, provocando que el sector exterior tuviera un efecto negativo en el crecimiento económico alemán. Por el contrario, el consumo interno continuó con su desarrollo positivo.
Asimismo, los expertos corrigieron a la baja la tasa de crecimiento en el primer trimestre del año, desde el 0.8 por ciento hasta el 0.7 por ciento, según los cálculos definitivos de Destatis. Este crecimiento vino propiciado, sobre todo, por el sector de la construcción, gran beneficiario del suave invierno. (DPA)