"Todos los miembros del Consejo de Gobierno del BCE están decididos a corresponder a nuestro mandato", afirmó el economista italiano. "Naturalmente, hay diferencias sobre cómo deberíamos hacerlo. Sin embargo, no es que tengamos infinitas posibilidades".
El presidente del BCE recordó que "nos encontramos en una situación en la que deberíamos bajar aún más los tipos de interés, pero eso ya no es posible. En este punto debemos aplicar medidas no convencionales, o sea, modificar el tamaño y la combinación del balance del BCE".
El Consejo de Gobierno del BCE se reúne el 22 de enero para debatir sobre política monetaria y los expertos apuntan a que anunciarán el programa de compra de préstamos estatales y de empresas (Quantitative easing, QE).
Los defensores de esta polémica medida esperan que sirva para potenciar la coyuntura económica y en último término acabar con la peligrosa baja inflación para volver al objetivo de estabilidad de precios del BCE fijado por debajo pero cerca del dos por ciento.
A pesar de la oposición a este programa de compra de bonos, que cuenta con críticos también en el seno del BCE, Draghi parece contar con el beneplácito de la Justicia europea.
De acuerdo a un dictamen preliminar emitido hoy por Pedro Cruz Villalon, abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE), este programa es "compatible, en principio" con los Tratados de la UE.
Sin embargo, estableció esta legalidad bajo las condiciones de que el BCE justifique ampliamente estas compras y aplique el plan de forma proporcional y con cautela. Se espera que la decisión del Tribunal de la UE llegue en otoño (boreal).(DPA)