Djisselbloem ve buenas señales económicas en Grecia pero evita hacer promesas

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Djisselbloem, animó hoy a Grecia a continuar por la senda de las reformas, habida cuenta de que ya se experimentan los primeros síntomas de recuperación en la confianza económica, pero evitó hacer promesas sobre posibles alivios al ajuste.

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El presidente del Eurogrupo y Ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem (i), abandona la mansión Maximon después de un encuentro con el primer ministro griego, Antonis Samarás (d), en Atenas (Grecia).

"Ahora es crucial llevar a cabo las reformas estructurales y eso no es necesario solo en Grecia, sino en toda la eurozona, que debe mejorar su imagen de cara a las empresas", dijo Djisselbloem en una rueda de prensa en Atenas, tras reunirse con el ministro griego de Finanzas, Yannis Sturnaras.

Las declaraciones del político holandés se producen un día después de la publicación del último índice de confianza empresarial por parte de Eurostat, la oficina estadística comunitaria, que refleja un nuevo ascenso por quinto mes consecutivo y una expectación positiva en todos los sectores.

A diferencia del informe presentado esta semana por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que prevé que la recesión continuará no solo este año, sino también el próximo, Djisselbloem afirmó que su hipótesis de trabajo coincide con la de la Comisión Europea (CE), que parte de un ligero crecimiento en Grecia del 0.6 por ciento en 2014.

El presidente del Eurogrupo evitó hacer promesas respecto a una posible reducción de la presión fiscal o sobre una eventual nueva quita de la deuda griega, algo que los ciudadanos esperan tanto a nivel político como social.

Sobre la quita, cuya posibilidad él mismo insinuó hace unos días en una entrevista a un diario griego, Djisselbloem dejó claro que es una posibilidad ya prevista en el memorando que Atenas firmó con la troika (Banco Central Europeo, CE y Fondo Monetario Internacional) en noviembre, pero solo para el caso de que alcance un superávit primario (que excluye el pago de intereses) antes de lo previsto.

Precisó que ese memorando contempla que, si hay un superávit primario, se puede aflojar el programa de ajuste -lo que también abriría la puerta a una posible bajada de impuestos- pero al mismo tiempo subrayó que, en caso de que no se cumplan los objetivos, el acuerdo prevé nuevas medidas.

Todo esto, indicó, es algo que no será debatido hasta abril del próximo año, tal y como ya se estipuló en la firma del memorando.

El presidente del Eurogrupo echó con ello claramente el freno a unas expectativas que él mismo había creado, al menos desde la interpretación griega, pero que le granjearon duras críticas por parte de algunos políticos en Alemania, donde nadie quiere ni oír hablar de nuevas quitas, al menos hasta que hayan pasado las elecciones generales de septiembre.

Claro fue también el freno a la intención del gobierno tripartito griego -dirigido por el conservador Andonis Samarás- de reducir pronto la presión fiscal, al menos en la gastronomía, donde el impuesto sobre el valor añadido (IVA) es del 23 por ciento.

Una rebaja del IVA en la restauración en plena temporada turística, como había prometido Samarás, habría supuesto, a juicio del gobierno, un importante balón de oxígeno.

El primer ministro evitó hoy pronunciarse a este respecto -tampoco hubo otras declaraciones suyas- pero uno de sus dos socios de coalición, el líder del partido socialdemócrata Pasok, Evangélos Venizelos, quien asistió al almuerzo con Djisselbloem, insistió en que la rebaja del IVA en verano tendría un componente psicológico muy importante.

A la comida estaba invitado también el líder de la tercera fuerza de la coalición, Fotis Kuvelis, del partido de izquierda moderada Dimar, quien se excusó inesperadamente aduciendo "motivos familiares", según explicó un portavoz de esa formación a Efe.

El también ministro de Finanzas holandés evitó pronunciarse sobre la propuesta formulada ayer por la canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe del Estado francés, François Hollande, a favor de que el presidente del Eurogrupo sea un cargo de dedicación exclusiva.

"Esa es una vieja propuesta francesa y no creo que sea discutida antes de finales de 2014; yo estoy feliz de ser el presidente del Eurogrupo hasta el final de 2014", resaltó.