En un comunicado, Delta señaló que vigilará la situación de cerca y aseguró que seguirá operando vuelos hasta la fecha fijada para dar a sus clientes opciones para poder abandonar el país asiático.
Asimismo, la compañía ha manifestado que los clientes que hayan visto sus planes de viaje afectados podrán reacomodarse en vuelos posteriores al 30 de abril, recibir un reembolso o contactar con Delta para buscar una solución adicional.
Actualmente, Delta opera 42 vuelos semanales entre China y Estados Unidos entre los que se incluye un servicio diario entre Pekín y Detroit y Seattle, así como entre Shanghái y las ciudades de Atlanta, Detroit, Los Ángeles y, de nuevo, Seattle.
El anuncio de la aerolínea llega después de que numerosos países como Estados Unidos, Reino Unido y Francia recomendaran a sus ciudadanos que evitaran cualquier desplazamiento a China salvo que fuera estrictamente necesario.
Hasta la fecha, el coronavirus de Wuhan ya ha dejado al menos 213 muertos, todos en China, y cuenta con cerca de 9,000 personas afectadas en países a lo largo de todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el jueves la emergencia internacional y los mercados permanecen preocupados por los efectos que el patógeno está teniendo en la economía global y, especialmente, en la demanda de combustible, que ha disminuido considerablemente en las últimas semanas y ha provocado bajadas significativas en los precios del petróleo.
Además, países como España, Francia, Corea del Sur y Reino Unido han fletado aviones para que sus ciudadanos puedan regresar de Wuhan, epicentro de la epidemia.