De esa cifra, 45,000 millones de euros serán de reducción de la deuda a corto plazo (un 26 por ciento), y paralelamente su programa anual de refinanciación en los mercados de largo plazo pasará de 22,000 millones de euros en 2011 a 12,000 millones en 2012, explicó Crédit Agricole en un comunicado.
Para lograr esos objetivos procederá a una reducción de sus necesidades en la actividad de banca de financiación e inversión de entre 15,000 y 18,000 millones de euros.
Eso requerirá el "parón progresivo de ciertas actividades", la "reducción selectiva de las actividades de financiaciones estructuradas, de banca comercial y de mercados, y el cierre de implantaciones internacionales no estratégicas", y en una primera etapa de aquí a finales de año se llegará a 9,000 millones de euros.
En los servicios financieros especializados el recorte será de entre 9,000 y 11,000 millones de euros, mientras que en la banca de particulares se situará entre 21,000 y 23,000 millones de euros.
En cualquier caso, este negocio de banca de particulares incrementará su peso relativo del 70 por ciento al 75 por ciento de los capitales, precisó Crédit Agricole, que destacó que su base de depósitos, 370,000 millones de euros, está "en constante progresión".
La entidad francesa avanzó que va a incrementar sus reservas en liquidez partiendo de los 110,000 millones de euros de que disponía el pasado 14 de septiembre.
E hizo hincapié en que su exposición a los "países periféricos" de la zona euro (Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia) supone un 0.7 por ciento del total de su balance.
Contó que "gracias a su modelo de refinanciación rigurosa y diversificada" este pasado verano ha afrontado la escasez de liquidez en dólares disminuyendo la cuota de deuda en esta divisa del 44 por ciento el 30 de junio al 27 por ciento el 14 de septiembre.
Su deuda a corto plazo desde los 170,000 millones de euros el 30 de junio se ha quedado en 145,000 millones el 14 de septiembre.