El índice de clima de consumo GfK se derrumbó más de lo previsto a 8.6 puntos para septiembre después de un valor revisado a la baja de 8.9 puntos en agosto, la primera caída desde enero de 2013. Los expertos esperaban que retrocediera de la previsión original de 9.0 puntos en agosto a 8.9 en septiembre.
"La incertidumbre de los consumidores sobre la evolución general de la economía en Alemania aumentó de forma pronunciada", señaló el GfK. Las expectativas de los ciudadanos para la coyuntura sufrieron en agosto su peor caída desde el inicio de la medición en 1980.
Los consultados se mostraron también más pesimistas sobre la evolución de sus ingresos, aunque el subíndice cayó de forma más moderada debido a que la estabilidad de la situación en Alemania "hace que la fuerte caída de las expectativas para la economía impacten de forma sólo limitada en las expectativas de ingresos".
El GfK atribuyó el mal dato para septiembre a la situación internacional. "La escalada de la situación en Irak, Israel y el este de Ucrania, así como la espiral de sanciones contra Rusia, tuvieron un impacto negativo en la hasta ahora muy optimista perspectiva económica de los alemanes", señaló el instituto.
El dato se sumó a otros indicadores que vienen reflejando la desaceleración de la primera economía europea, incluyendo pedidos a la industria, producción, clima empresarial y el producto interno bruto (PIB) del segundo trimestre, que cayó un 0.2 por ciento.
Ante esa situación, el instituto económico DIW advirtió del riesgo de que Alemania entre en recesión con una nueva caída del PIB en el tercer trimestre. "Hay que tomar en serio el peligro de una recesión", señaló Ferdinand Fichtner, jefe de coyuntura del DIW. (DPA)