El Boletín Trimestral de Seguridad Alimentaria de la FAO señala que, si bien el comercio agroalimentario presenta un saldo comercial positivo la región exporta más de lo que importa el saldo se ha reducido en los últimos dos años (2014 y 2015) a tasas de 3.5 por ciento y 3.6 por ciento respectivamente.
Lo anterior responde a la caída de los precios de los productos básicos que exporta la región, además de una menor demanda por los productos de exportación, lo que afecta mayoritariamente a los países de Sudamérica.
Para el 2015 las exportaciones agroalimentarias de la región alcanzaron un valor cercano a los 199 mil millones de dólares, esto es un 7.5 por ciento menos que las exportaciones realizadas por la región el 2014.
En tanto, las importaciones de productos agroalimentarios fueron de 71.4 mil millones de dólares, un 13.6 por ciento menos que el valor observado el año anterior.
De esta forma el saldo comercial registró un valor de 127.6 mil millones de dólares.
Según el Boletín de la FAO, gran parte de los países de la región experimentaron una contracción en sus exportaciones agroalimentarias en comparación con el año 2014.
Entre ellos se cuentan Argentina y Brasil, con reducciones en sus envíos de 8 por ciento y 10 por ciento respectivamente, dando cuenta ambos países de más de la mitad de las exportaciones de la región.
El resto de las economías sudamericanas también registraron contracciones en sus exportaciones.
Por el contrario México, tercer exportador de la región y algunos países centroamericanos experimentaron incrementos en sus exportaciones en comparación al año anterior.
Se mantiene la tendencia observada desde el tercer trimestre del 2014, con tasas de crecimiento negativas tanto en los envíos agroalimentarios como de las importaciones de la región.
El comercio intrarregional en el 2015 registró un valor de 27.4 mil millones de dólares, que en comparación con el año previo registra una importante contracción de 17.6 por ciento.
Lo anterior responde principalmente a una menor demanda por productos agroalimentarios por parte de los principales países que adquieren estos bienes desde la región, como Brasil y Chile, países que representan un tercio de la demanda intrarregional, y que redujeron sus compras de alimentos en 16 por ciento y 7 por ciento, respectivamente.