Entre agosto y octubre, Cisco -cuyo año fiscal empieza en agosto- ingresó 12,900 millones de dólares, por encima de los 11,920 millones facturados en el mismo período del año fiscal 2021.
La firma, con sede en San José (California, EE.UU.), indicó que los tres primeros meses de su ejercicio fiscal acabaron con unas ganancias de 71 centavos por acción, frente a los beneficios de 51 centavos en el mismo período del año anterior.
Por segmentos de negocio, el de infraestructura de redes ingresó 5,967 millones -un 10 % más interanual-, mientras que el de Trabajo Híbrido (que incluye el servicio de videollamadas Webex, muy popular desde el inicio de la pandemia) facturó 1,109 millones, un 7 % menos.
En los pasados tres meses, el fabricante de "routers" redujo ligeramente su deuda a largo plazo, que pasó de los 9,018 millones de finales de julio a los 8,996 millones actuales.
"La tecnología de Cisco se halla en el corazón de la transformación digital acelerada que está ocurriendo en la actualidad. Nos encontramos bien posicionados para otro año de crecimiento en el año fiscal 2022", indicó al presentar las cuentas el consejero delegado de Cisco, Chuck Robbins.
Los resultados de Cisco, peor de lo esperados, generaron decepción entre los inversores en Wall Street, donde las acciones de la compañía caían un 5.92 % hasta los 53.40 dólares por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los parqués neoyorquinos.