"A pesar de que la UE sigue siendo el socio más importante después de Estados Unidos, vemos que de seguir esta tendencia va a perder esta posición frente a China, y esto lo vemos venir a partir de 2014 o 2015", declaró Bárcena.
Este retroceso se refleja en que, en 1990, el bloque europeo fue el destino del 25 por ciento de las exportaciones de la región y el origen del 20 por ciento de sus importaciones, mientras que su participación en 2009 se había reducido al 14 por ciento en ambos sentidos.
La representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) hizo estas reflexiones durante un seminario sobre las relaciones entre ambas regiones, al que asistieron los embajadores ante la UE de Argentina, Chile, México y Perú.
Según Bárcena, América Latina sigue siendo también un socio menor de la UE porque sólo representa el 2 por ciento del comercio total de ésta.
No obstante, el 63.8 por ciento del comercio exterior de los Veintisiete es intracomunitario, y sólo el 18.6 por ciento se da con el resto del mundo.
Ese comercio de bienes está marcado además por una profunda asimetría, ya que Latinoamérica y el Caribe importan desde la Unión Europea sobre todo productos manufacturados, mientras que sus exportaciones se concentran en unos pocos productos primarios.
Tras la crisis de 2008, el comercio con el bloque europeo se recuperó de forma más lenta que el intercambio con otras regiones, y en 2010, sólo algunos países latinoamericanos, como Bolivia, Costa Rica, Honduras, Paraguay, Perú y Uruguay habían recuperado el nivel de exportaciones previo.
En cambio, entre 2000 y 2010, la UE se alzó como la primera fuente de inversión extranjera directa de la región latinoamericana.
España sigue siendo además el principal país inversor europeo, y acumula 136,233 millones de euros invertidos en los últimos veinte años, según reveló Benita Ferrero-Waldner, excomisaria europea de Relaciones Exteriores, también presente en este acto.
La política austríaca defendió las bondades de la inversión europea en Latinoamérica, un continente que, recordó, posee el 25 por ciento de las tierras fértiles del mundo, el 33 por ciento del agua potable y grandes cantidades de materias primas.
Benita Ferrero-Waldner va a presidir la Fundación Unión Europea-América Latina y Caribe (UE-ALC), que se creará próximamente con el fin de estrechar lazos entre las dos regiones y crear una cooperación más sólida en distintos ámbitos de interés.