No se veía un ritmo tan lento desde el año posterior a la sangrienta represión del movimiento democrático en China, cuando se impusieron sanciones económicas al gigante asiático.
Según la información, la segunda mayor economía del mundo creció en el cuarto trimestre, al igual que en el anterior, sólo un 7.3 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Debido a ello no se consiguió el objetivo del gobierno en Pekín, que era alcanzar un 7.5 por ciento para todo el año. Es la primera vez desde fines de los años 90 en que no se llega a la meta, aunque haya sido por una décima.
En 2012 y 2013 la expansión de la economía del país fue de un 7.7 por ciento.
La débil coyuntura china tendrá efectos también sobre la economía europea, consideró el presidente de la Cámara de Comercio Europea, Jörg Wuttke. Las expectativas de crecimiento y márgenes de ganancia tendrán que ser revisados en los próximos dos y tres años. También es posible que se reduzcan las inversiones, consideró.
"Pero nadie puede descuidar este mercado. China seguirá siendo extremadamente importante a medio y largo plazo", añadió en una primera reacción a dpa.
Los expertos creen que para China los grandes desafíos son la mala coyuntura mundial, la ralentización en el mercado inmobiliario y la demanda local, que no acaba de despegar. Pese a ello, el jefe de la oficina de estadísticas, Ma Jiantang, calificó la situación en general de positiva.
Al presentar las cifras en Pekín dijo que la economía se está adaptando a "una nueva normalidad". Hay "tendencias positivas" como un crecimiento estable, una mejor estructura y una mejor red social.
El crecimiento de la producción industrial bajó el año pasado al 8.3 por ciento, después de que el año anterior alcanzara el 9.7 por ciento. Las inversiones fijas también cayeron y crecieron sólo un 15.7 por ciento en comparación al año anterior. Sobre todo en el sector inmobiliario, en el que hay una importante burbuja, las inversiones retrocedieron en 9.3 puntos al 10.5 por ciento.
Debido a las peores perspectivas de crecimiento el Fondo Monetario Internacional (FMI), que hoy presentó en Pekín su informe mundial, redujo su pronóstico para China en 0.3 puntos para este año, hasta un 6.8 por ciento, y en 0.5 puntos para 2016, cuando prevé que el país crezca sólo un 6.3%.
Pese a todo, el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, subrayó que ve positivo el hecho de que el menor crecimiento refleja "la decisión bienvenida de reorientar la economía en dirección al consumo interno y alejarla del sector inmobiliario y los bancos en la sombra".
Debido a la caída de los precios de las materias primas el crecimiento en China podría volver a beneficiarse de un tirón hacia arriba, opinó por su parte Song Guoqing, asesor del banco central chino, y alcanzar este año de nuevo el 7.3 por ciento. El estatal Bank of Communications predijo antes un 7.2 por ciento para 2015. (DPA)