China crece al 7.0%, el ritmo más lento desde la crisis financiera

China, la segunda mayor economía del mundo y motor de la expansión mundial, creció en el primer trimestre del año un 7.0 por ciento respecto del mismo período de 2014, el ritmo más lento registrado desde 2009, en plena crisis financiera mundial, informó hoy la oficina de estadísticas en Pekín.

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"Nos enfrentamos a una situación internacional muy difícil, y nuestra economía está bajo una fuerte presión a la baja", informaron las autoridades.

En el trimestre anterior el crecimiento había sido de un 7.3 por ciento. La tasa sólo fue más baja en el primer trimestre de 2009, cuando registró un 6.6 por ciento. Pese a todo, los analistas se mostraron satisfechos, pues se temía un resultado peor.

Aunque el ritmo de expansión es el menor en seis años, las cifras son acordes con las metas del gobierno chino. El primer ministro del país, Li Keqiang, señaló que en 2015 se aspira a una expansión de "alrededor del 7.0 por ciento". Sin embargo, para los cánones chinos se trata de una expansión muy magra: el año pasado el país registró un 7.4 por ciento y fue la peor marca en 25 años.

Li Keqiang quiere reformar la economía de su país para ponerla en una senda sustentable. El objetivo es aumentar el consumo interno y reducir la dependencia de las exportaciones. Simultáneamente, China quiere retirarse de las industrias centradas en la mano de obra y el gran consumo de energía para abocarse a sectores innovadores y de servicios.

El primer ministro ha reiterado varias veces que a cambio de conseguirlo está dispuesto a afrontar menores tasas de crecimiento, siempre y cuando se creen nuevos puestos de trabajo y aumenten los ingresos de la población.

Sin embargo, hay indicadores importantes que apuntan a que la economía china podría no haber tocado fondo aún. En el primer trimestre la producción industrial se ralentizó de forma inesperadamente intensa frente al mismo periodo del año anterior, hasta una tasa del 6.4 por ciento. Tres meses antes el ritmo era aún de un 10 por ciento.

Hasta ahora el sector exportador era el motor de la principal potencia comercial del mundo. En marzo, las exportaciones cayeron un 14.6 por ciento frente al mismo mes de 2014, un resultado inesperadamente malo. Las importaciones retrocedieron un 12.3 por ciento.

Por un lado, la mala coyuntura mundial se deja sentir en el gigante asiático, y por otro ha subido la moneda china frente al euro, lo que aumenta los precios de sus exportaciones a la Unión Europea (UE), su principal socio comercial.

Aunque las cifras chinas de crecimiento son muy buenas en comparación con Europa o Estados Unidos, como país emergente China se encuentra en una importante fase de transformaciones. El gobierno necesita tasas de al menos cinco o seis por ciento de expansión para que se cree la suficiente cantidad de nuevos puestos de trabajo y tener margen de maniobra para las reformas. (DPA)