La ratificación de Canadá es el último paso necesario para la entrada en vigor del acuerdo, que sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), después de que México y Estados Unidos lo ratificaran.
"Cuando las sesiones del Parlamento se reinicien la próxima semana, avanzaremos de forma inmediata para ratificar el nuevo TLCAN", declaró Trudeau desde la ciudad canadiense de Winnipeg.
"La aprobación del nuevo TLCAN en el Parlamento es nuestra prioridad -agregó-. Millones de canadienses dependen del comercio estable y fiable con nuestros mayores socios comerciales, desde agricultores en Alberta a trabajadores del automóvil en Windsor o productores de aluminio a empresarios en San Juan o Vancouver".
Para ratificar el acuerdo, el T-MEC tiene que ser aprobado por la Cámara de Representantes y el Senado de Canadá. La Cámara Baja reanuda sus sesiones el 27 de enero, mientras que el Senado hará lo propio el 4 de febrero.
El Partido Liberal de Trudeau no cuenta con mayoría absoluta en la Cámara Baja, por lo que el primer ministro canadiense necesitará el apoyo de la oposición para sacar adelante el voto.
Aun así, Trudeau se mostró confiado en que esto no supondrá un obstáculo para conseguir que el T-MEC entre en vigor en las próximas semanas, después de haber estado recabando apoyos en todo el país para garantizar su aprobación en el Parlamento.
"Vamos a asegurarnos de que avanzamos de la forma adecuada y eso significa ratificar este nuevo TLCAN en la Cámara Baja tan rápido como sea posible, pero también de forma responsable", explicó Trudeau.
La última versión del T-MEC fue firmada por los tres países implicados el pasado 12 de diciembre, y ratificado primero por México y posteriormente por EE.UU.
Una encuesta dada a conocer el pasado 2 de enero señala que un 77 % de los canadienses apoya el nuevo acuerdo.
El sondeo, realizado por la compañía Abacus, apunta que el acuerdo comercial, que los tres países empezaron a negociar en mayo de 2017, es respaldado de forma mayoritaria tanto por canadienses que se identifican con la izquierda como por los más conservadores.
Según Abacus, un 73 % de los canadienses de izquierda lo apoyan; un porcentaje que aumenta al 78 % entre los de derechas.