Por tercer día consecutivo, el principal indicador de la bolsa de valores, el FTSE 100, cerró este viernes al alza para ubicarse en las siete mil 142 unidades, 22.5 puntos por arriba del pico máximo alcanzado en octubre pasado.
Este 2016 estuvo dominado por la volatilidad en los mercados financieros, en especial al siguiente día del referéndum, celebrado el 23 de junio pasado, y cuando la bolsa londinense se derrumbó 8.5 por ciento en los primeros minutos de operaciones.
En ese momento el índice cayó 550 puntos para ubicarse en las cinco mil 788 unidades, una pérdida de mil 200 millones de libras.
Tras el desplome, el Banco de Inglaterra puso a disposición 250 mil millones de libras de fondos adicionales para la estabilidad monetaria y financiera del país.
Sin embargo, tras un año tumultuoso, el principal indicador se recuperó en los meses subsecuentes hasta cerrar este año con ganancias significativas.
Los analistas financieros consideraron que el incremento se debe en parte a un aumento en las acciones de compañías mineras y a un optimismo sobre las promesas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de incrementar el gasto en infraestructura.
La depreciación de la libra esterlina, que sufrió una caída de 17 por ciento desde el referendo de junio, ha beneficiado a aquellas compañías que reciben sus ganancias en el extranjero, señaló este viernes la consultora KPMG, una de las más grandes del mundo.
“Hasta ahora las acciones en Reino Unido desafiaron las predicciones antes del referendo (...) Muchos analistas de mercado coinciden en que esto fue gracias a la caída en la libra desde el 23 de junio, ya que muchas compañías generan una gran parte de sus ganancias en dólares”, aseguró KPMG.
La ganancia de 14.4 por ciento este año equivale a 232 mil millones de libras (286 mil millones de dólares) en las empresas que cotizan en la bolsa de valores londinense.
A pesar de la salida de Reino Unido de la UE, conocida como Brexit, el mercado de valores de Londres fue el que presentó mejor desempeño de todas las bolsas en la zona euro, que enfrentan incertidumbre política y financiera ante las elecciones en Francia y Alemania, así como la crisis bancaria en Italia.