Airbus dijo este lunes que entregó el pasado año 611 aparatos, un incremento de casi un 8 % respecto a las 566 de 2020.
Boeing, mientras, registró una subida mucho mayor tras un 2020 marcado por la crisis de la covid-19 y por los problemas de su modelo estrella, el 737 MAX -que estuvo temporalmente vetado en todo el mundo tras dos accidentes en los que murieron más de 300 personas- y en el que solo había entregado 157 aviones.
Ya autorizado a volar tras las modificaciones llevadas a cabo por el fabricante, el 737 supuso el grueso de las entregas efectuadas por Boeing en los últimos doce meses, con un total de 263 unidades.
En lo referente a los nuevos contratos, la compañía con sede en Chicago obtuvo 909 pedidos en términos brutos (sin descontar las cancelaciones), con más de 700 correspondientes al 737 MAX.
Si se tienen en cuenta las cancelaciones, Boeing sumó 535 nuevos pedidos el año pasado, en claro contraste con 2020, cuando las cancelaciones habían superado a las nuevas ventas.
La firma estadounidense, que tiene previsto presentar el 26 de enero sus cuentas del cuarto trimestre de 2021, subió con fuerza hoy en Wall Street y cerró la jornada bursátil con un alza del 3.21 %.
Los títulos de Boeing, sin embargo, aún no han conseguido recuperarse del duro golpe que sufrieron con el estallido de la pandemia de la covid-19, que afectó de forma muy importante al sector aéreo.