Bayer informó hoy de que la facturación se mantuvo en el mismo periodo en 22,899 millones de euros (-0.3 %), aunque descontado el efecto de los tipos de cambio y de cartera, se incrementó un 2 %.
La pérdida operativa fue en el primer semestre de 8,285 millones de euros (beneficio de 2,565 millones de euros un año antes).
El negocio de Bayer se ha desarrollado bien en el segundo trimestre pese a la pandemia de COVID-19 y la incertidumbre relacionada con ella, especialmente en el negocio agrícola, dijo su presidente, Werner Baumann.
Pero en el primer semestre Bayer tuvo unos extraordinarios de -13,150 millones de euros, principalmente por los costes de los acuerdos extrajudiciales en los procesos por el glifosato en EEUU, que fueron los más elevados.
También ha llegado a acuerdos extrajudiciales en los procesos contra el herbicida dicamba contra la maleza, que ha causado daños en otros campos, y en una parte importante de los procesos por contaminación del agua.
Bayer ha creado provisiones por valor de 1,245 millones de euros por los procesos relacionados con el anticonceptivo permanente e irreversible para las mujeres Essure, alternativo a la ligadura de trompas, pero que tiene efectos secundarios como calambres, sangrados, náuseas o alergias y a veces también ha fallado y creado embarazos no deseados.
La compañía alemana dice que en las últimas dos semanas ha avanzado en las negociaciones de posibles acuerdos extrajudiciales en relación con Essure, que no vende desde finales de 2018 y consiste en colocar una pequeña espiral en las trompas de Falopio que genera tejido cicatrizal y evita que los espermatozoides alcancen el óvulo.
Antes de extraordinarios Bayer tuvo un beneficio semestral de 4,865 millones de euros (+9.5 % que un año antes).
La pérdida neta fue en el segundo trimestre, incluso, de 9,548 millones de euros (beneficio de 404 millones de euros un año antes).
La facturación bajó en la división de medicamentos con receta (-2.7 % semestral y -9.7 % en el segundo trimestre) y en la de medicamentos sin receta (-8.4 % semestral y -16.7 % en el segundo trimestre).
El segundo trimestre estuvo caracterizado por los procesos legales en EEUU, donde Bayer ha alcanzado acuerdos extrajudiciales con los demandantes del herbicida RoundUp de Monsanto, que contiene glifosato.
En el segundo trimestre el negocio farmacéutico estuvo perjudicado porque se pospusieron tratamientos que no eran urgentes y muchas personas evitaron las consultas médicas debido a la pandemia de corona virus.
Uno de los productos más afectados fue Eylea, un medicamento para tratar unas enfermedades oculares en pacientes adultos que aporta cuantiosos ingresos a Bayer.
Las ventas de anticonceptivos para las mujeres también han caído notablemente en el segundo trimestre, así como las ventas de medicamentos sin receta, debido a que muchas personas habían comprado muchos productos en el primer trimestre por la pandemia y tenían reservas.
El negocio de productos agrícolas tuvo un mejor resultado gracias a las ventas de semillas de maíz en Brasil, a la recuperación de la demanda de semillas de soja en Norteamérica, así como a la robusta demanda de productos fitosanitarios.
Bayer considera que es difícil calcular los efectos financieros de la pandemia de COVID-19 y ha ajustado sus pronósticos a la baja.
Ahora espera una normalización en las divisiones de medicamentos con receta y sin receta, pero no prevé lograr el crecimiento que había previsto anteriormente en los medicamentos con receta.
En la división de productos fitosanitarios prevé un comienzo contenido en la nueva temporada en 2021 en América del Norte, por la caída de la demanda de bioenergía, piensos y fibras debido a la pandemia, que podría llevar a una reducción de las superficies cultivadas, y por la competencia en el mercado de los brotes de soja.
Bayer espera lograr este año una facturación entre 43,000 y 44,000 millones de euros (hasta ahora preveía entre 44,000 y 45,000 millones de euros).