Pese a la ralentización de la economía global por las dificultades macroeconómicas en Europa y Estados Unidos, BASF se vio azuzada por la demanda procedente de los países emergentes.
Kurt Bock, presidente de BASF, aseguró en rueda de prensa que además el consorcio mira con "optimismo" al presente ejercicio y que tras un primer semestre "moderado", prevén una segunda mitad del año que les permita volver a registrar resultados empresariales récord.
El beneficio bruto (EBITDA) del gigante alemán ascendió a 11,993 millones de euros, lo que supone un aumento del 7.7 por ciento con respecto a los 11,131 millones de euros de 2010.
Además, BASF informó de que su beneficio neto de explotación (EBIT) avanzó un 10.8 por ciento en 2011 con respecto al año anterior, y se situó en los 8,586 millones de euros.
Por su parte, las ventas ascendieron hasta los 73,497 millones de euros, un incremento del 15.1 por ciento en términos interanuales.
La división de Productos de Actuación, que incluye vitaminas, aditivos alimenticios y bienes intermedios para la industria papelera o la minería, fue la que logró una mayor facturación, al alcanzar en 2011 los 15,697 millones de euros.
Le siguió la división de Productos Químicos, que facturó 12,958 millones de euros, la división de Petróleo y Gas, con 12,051 millones de euros, y la de Soluciones Funcionales, centrada en productos para las industrias del motor y la construcción, cuyas ventas alcanzaron los 11,631 millones de euros.
Estos resultados se lograron a pesar del empeoramiento de la coyuntura internacional en el cuarto trimestre de 2011, recalcó BASF, que firmó un flojo final de año.
La empresa alemana anunció asimismo que repartirá 2.50 euros por participación entre sus accionistas.
Tras la presentación de sus resultados, las acciones de BASF abrieron claramente al alza en el mercado de valores de Fráncfort (Alemania) y se mantuvieron en un entorno próximo a un alza del 2 por ciento.