El gobernador del Banxico, Agustín Carstens, consideró que en sí misma la liberación del precio de las gasolinas no tendría por qué llevar a una tendencia creciente de la inflación y solo tendría efectos temporales, pero estos podrían ser al alza o a la baja, como ha ocurrido este año.
Al presentar el “Informe Trimestral Abril-Junio de 2016”, informó que para este año, el banco central destacó que la inflación en México está relativamente bien anclada, alrededor de 3.0 por ciento, y para 2016 estima que se ubique debajo de ese nivel y en 2017 muy cerca de este porcentaje.
Informó que la Junta de Gobierno del Banxico decidió reducir su pronóstico de crecimiento económico para 2016 y 2017, a la luz del desempeño observado en la economía nacional y la influencia de un crecimiento mundial bastante bajo.
Así, para este año, la expectativa de crecimiento pasó de un rango previo de 2.0 a 3.0 por ciento, a otro de 1.7 a 2.5 por ciento, mientras que el de 2017 también se revisó a la baja, al pasar de un intervalo de 2.3 a 3.3 por ciento, a uno de 2.0 a 3.0 por ciento.