La entidad monetaria proyectó una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) para este año en un intervalo de entre el 2.0 y el 2.6 por ciento, contra el previo de 2.0 y 3.0 por ciento.
Para el 2019, Banxico rebajó su pronóstico de crecimiento a un estimado de entre 1.8 y 2.8 por ciento, contra el anterior 2.2 y 3.2 por ciento.
Al presentar el informe de inflación del segundo trimestre, el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León, dijo que la modificación obedece a la caída que mostró la economía en ese periodo, a una falta de vigor en la inversión y a una desaceleración del consumo interno.
"Un elemento muy importante en la revisión es el dato del crecimiento del Producto Interno Bruto, claramente no era lo que anticipaba y dio lugar a que se volviera a estimar el pronóstico", señaló el gobernador en rueda de prensa.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina, se contrajo un 0,2 por ciento en el segundo trimestre contra el periodo precedente, de acuerdo con las cifras oficiales ajustadas por estacionalidad difundidas el pasado 24 de agosto.
El gobernador de Banxico dijo que la economía local todavía enfrenta riesgos en el corto plazo, como un eventual escalamiento de las medidas proteccionistas comerciales a nivel global.
También podrían registrarse episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales, así como que prevalezca el ambiente de incertidumbre que ha venido afectando a la inversión.
No obstante, Díaz de León dijo que el entendimiento comercial alcanzado el lunes entre Estados Unidos y México en el marco de la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) representó un "paso importante" que podría ofrecer cierta certidumbre inversora.
"El entorno al que ha estado sujeto la economía mexicana ha sido por demás complejo", dijo el banquero.
"El acuerdo que se anuncia es un paso muy importante en reducir ese factor de incertidumbre y definitivamente estamos considerando que puede contribuir a un mayor crecimiento económico en caso de que se concrete en términos favorables", agregó.
En materia de inflación, Banxico dijo que los aumentos mayores a los previstos en los precios de los energéticos afectarán la trayectoria del indicador, por lo que su convergencia a la meta será más lenta.
La entidad monetaria ahora proyecta que la inflación terminará el 2019 en un 3.3 por ciento, contra el 3.1 por ciento estimado en el informe anterior.
Al cierre de 2018, el índice de precios se ubicará en un 4.2 por ciento, contra la proyección previa de 3.8 por ciento.
Banxico tiene un objetivo permanente de inflación del 3.0 por ciento, con un diferencial de un punto porcentual arriba y abajo de esa cifra.
"El balance de riesgos para la inflación mantiene un sesgo al alza, en un entorno con un alto grado de incertidumbre", precisó el informe.
La inflación interanual de México se aceleró a un 4.81 por ciento en la primera mitad de agosto, de acuerdo con los datos más recientes.
La entidad monetaria decidió el 2 de agosto dejar intacta la tasa clave de interés, en un 7.75 por ciento, su mayor nivel en más de nueve años.
No obstante, la junta de gobierno de Banxico dijo que seguirá de cerca la evolución de la inflación y ajustará de manera oportuna su política monetaria para lograr la convergencia del indicador.
