Los depósitos, los créditos sin riesgo y los activos rentables pasan al Novo Banco, que empieza a funcionar este lunes. Este será el "banco bueno", que garantizará el dinero de los depositantes.
Los accionistas e inversionistas de BES, el segundo mayor banco portugués, quedan en el "banco malo" y asumen las pérdidas financieras causadas por los malos negocios de la gestión anterior.
Ricardo Salgado, miembro de la familia Espírito Santo y presidente ejecutivo del BES entre 1991 y julio de este año, está siendo investigado por su presunta participación en la mayor red de blanqueo de dinero jamás detectada en Portugal.
El 24 de julio, Salgado fue detenido para ser interrogado. Acusado de fraude, abuso de confianza, falsificación y delitos de lavado de dinero, el banquero tuvo que pagar una fianza de tres millones de euros para salir en libertad condicional.
La actual administración tiene a Vítor Bento como presidente ejecutivo, José Honorio como vicepresidente ejecutivo y João Moreira Rato, ex presidente del Instituto de Gestión de Crédito Público, como administrador financiero.
Los administradores serán responsables de Novo Banco, el "banco bueno". Para el "banco malo" se nombrará otra administración desde el Banco de Portugal.
La decisión de las autoridades portuguesas no tiene precedentes y se produce después de una semana desastrosa para el banco en la Bolsa de Lisboa. Tras la presentación del informe semestral de las cuentas de BES, que reveló pérdidas históricas de 3.577,3 millones de euros, el banco se ha devaluado un 90 por ciento con respecto al comienzo del año.
El Novo Banco recibirá una inyección de capital de 4.900 millones de euros a través del Fondo de Resolución, que será su único accionista. Este fondo, establecido bajo la unión bancaria europea, cuenta con la participación de todas las instituciones financieras en Portugal. Es decir, la financiación se pedirá a los bancos de manera indirecta.
Sin embargo, ya que los fondos disponibles en el Fondo son insuficientes, el Estado va a activar el fondo de capitalización de los bancos que constituyó con el dinero prestado por la "troika" (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) bajo el programa de rescate para Portugal.
La Comisión Europea validó, incluso esta noche, la solución encontrada para el BES.
A partir de ahora, la marca BES se asocia solamente con el "banco malo", que no tiene licencia bancaria y no puede operar en el mercado. Este lunes, las acciones del banco ya no serán negociadas en la Bolsa de Valores. (DPA)