Este déficit en el comercio de bienes y servicios contrasta con el registrado el mes anterior, que fue más alto al alcanzar los 3,700 millones de libras (4,500 millones de euros).
Las exportaciones británicas de bienes, lideradas por los productos químicos, crecieron en noviembre un 2.9 por ciento, hasta un valor de 24,800 millones de libras (30,400 millones de euros) y las importaciones aumentaron un 1.1 por ciento, hasta 34,000 millones de libras (42,000 millones de euros).
La exportación de servicios equivalió a 15,500 millones de libras (19,000 millones de euros), frente a unas importaciones por 9,800 millones de libras (12,000 millones de euros).
Pese al aumento de las exportaciones en noviembre, el mes analizado por la ONS, éstas se mantienen en general estancadas, lo que arroja dudas sobre el margen de crecimiento económico del Reino Unido.
Con la crisis en la zona euro y la consiguiente caída de la demanda europea, el crecimiento británico depende en buena medida del consumo interno, que actualmente está ralentizado por los duros recortes aplicados por el gobierno.