En un comunicado, la institución sostuvo que sus cálculos están en línea con la meta inflacionaria del Banco de México, de entre 2.0 y 4.0 puntos porcentuales durante el presente año.
El banco informó además que mantuvo sin cambios sus proyecciones para la inflación mexicana en 2012, que repuntará 3.76 por ciento.
El ajuste obedeció a que la demanda doméstica continuará expandiéndose de manera moderada por lo que resta del año, al igual que el gasto interno, afectado en parte por una baja en el envío de remesas de Estados Unidos.
La pérdida de dinamismo, sin embargo, no afectó la estimación de crecimiento del banco para la economía mexicana, que se expandirá 4.0 por ciento en 2011.
Los precios de los alimentos serán los que impulsen las alzas inflacionarias en México en los siguientes meses, cuando los productos agrícolas retomen su tendencia alcista, lo que se prevé suceda durante el presente mes.
Pese a las presiones por el alza en los precios de los alimentos, la inflación será limitada por un escaso aumento en el costo de los servicios, en especial en las telecomunicaciones, y a un relativamente fuerte peso mexicano.